Una niña ha nacido hoy en Polonia con una tasa de alcohol de 1,9 gramos por litro de sangre, después de que su madre, de 29 años y alcohólica, acudiese en estado de embriaguez al hospital de Dabrowia Górnicza (sur de Polonia) para dar a luz.

La pequeña, que pesaba al nacer 2,300 kilos, permanece en la incubadora en situación muy grave, mientras que la madre todavía mantenía cinco horas después del parto un índice de alcohol en sangre de 1,5 gramos por litro.

Tanto la madre como el padre de la recién nacida, quien también es alcohólico y que dio una tasa de 3,5 gramos por litro durante una medición efectuada por la policía, han pasado a disposición judicial.

Ambos han asegurado que desconocían que la ingestión de alcohol es perjudicial durante el proceso de gestación que, por otro lado, no estuvo en ningún caso sometido a vigilancia ginecológica o control médico.

Síndrome del alcoholismo fetal

El alcoholismo es uno de los problemas nacionales de Polonia, donde el consumo de bebidas destiladas y, sobre todo, de vodka alcanza niveles calificados de preocupantes por las autoridades entre las capas más bajas de la sociedad.

Ésta no es la primera vez que sucede un caso de estas características, donde en el pasado mes de julio una mujer de 37 años dio a luz en estado de embriaguez a un niño que en el momento de su nacimiento tenía 1,2 gramos por litro de alcohol en su sangre.

Estos niños suelen sufrir el llamado síndrome del alcoholismo fetal, lo que posteriormente se manifiesta en retrasos en el crecimiento, tendencia a sufrir epilepsia, anormalidades faciales y problemas de aprendizaje y comportamiento.


Los expertos alertan de que uno de cada mil bebés nace con malformaciones por alcoholismo de la madre

Uno de cada mil bebés nace con malformaciones por alcoholismo de la madre y uno de cada cien puede sufrir alteraciones graves posteriormente, aunque la madre beba moderadamente o consuma alcohol durante durante los días en que no sabe que está embarazada, según recordó el sábado la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y las Otras Toxicomanías (Socidrogalcohol), coincidiendo con la conmemoración, mañana, del Día Mundial del Alcoholismo Fetal.

«El síndrome alcohólico fetal se caracteriza por un retraso en el crecimiento, rasgos faciales anormales y característicos y una disfunción del servicio nervioso central», precisó el doctor Josep Guardia, vicepresidente de Socidrogalcohol y responsable del programa de alcoholismo de la unidad de adicciones del Hospital de Sant Pau de Barcelona.

CAUSA DE RETRASO MENTAL

El alcoholismo de la madre, recordó Guardia, «es una de las causas más frecuentes de retraso mental, como lo son también el síndrome de Down o la espina bífida, y es la única causa que se podría evitar completamente si las mujeres se mantuvieran sin tomar bebidas alcohólicas durante todo el embarazo».

«Estas manifestaciones se hacen evidentes ya durante la infancia pero van a seguir presentes durante toda la vida de la persona y aumentan la vulnerabilidad de estas personas hacia los trastornos psiquiátricos, como el trastorno por déficit de atención por hiperactividad, trastorno de conducta, depresión, ansiedad o incluso efectos piscóticos», añadió Guardia.

Guardia recordó que estudios recientes han comprobado que incluso el consumo de alcohol inferior a una consumición a la semana durante el primer trimestre de embarazo puede aumentar el riego de problemas de salud mental, sobre todo en las niñas.

Los especialistas recuerdan que el consumo de alcohol por mujeres embarazadas puede producir efectos teratógenos –malformaciones– que afectan al corazón y al celebro.

El alcohol también incrementa el riesgo de aborto espontáneo, bajo peso al nacer, nacimiento de niño de muertos y alteraciones en el sistema nervioso.