La anfetamina y la cocaína, por ese orden, fueron las sustancias estupefacientes más testadas en la carpa del «Programa Testing» de prevención de riesgos instalada en Arrasate durante la pasada fiesta de Maritxu Kajoi. Dicho puesto, establecido en la calle Ignacio Zuloaga, recibió un total de 48 solicitudes para analizar otras tantas muestras de droga el pasado 6 de octubre. De ellas, catorce correspondieron a muestras de anfetamina (speed), trece a cocaína, doce a hachís, cinco a éxtasis, tres a marihuana y una a ketamina.

La solicitudes de análisis fueron formuladas por un total de 73 personas, de las que el 97 por ciento se declararon consumidores de las sustancia analizada. La mayoría eran hombres -49- sobre un total de 24 mujeres. Por edades, el mayor tenía 35 años y el más joven 16, con lo que la media edad de los solicitantes se situó en 22 años. Además, el 84% de ellos acudía por primera vez a que le analizaran la droga que había adquirido.

Los resultados de los análisis realizados por los miembros de Ailaket (Asociación de Usuarios de Drogas por la Reducción de Riesgos) que atendían la carpa revela que, de las 13 muestras de cocaína analizadas, un 77% presentaba una pureza superior al 50 por ciento, mientras que en el 23% restante este porcentaje era inferior. Sólo 3 de las 13 muestras contienen adulterantes como la cafeína en 1 muestra y el paracetamol en otras 2.

Elevada pureza

El hecho de que la mayoría de las muestras de cocaína se caractericen por ser de una pureza relativamente alta es algo que «nos está ocurriendo muy frecuentemente desde hace un par de años» advierten desde Ailaket. Al comprobar los resultados del laboratorio de Químicas de la UPV sobre muestras recogidas a lo largo de estos cinco años de intervenciones, han visto que la gran mayoría contienen cocaína en un porcentaje de entre 80 y 90%. Por lo tanto, en estos casos consideran que «es la pureza y no la adulteración lo que constituye un grave riesgo a tener en cuenta». Así se lo hacen saber a los usuarios insistiendo en que «tomen las precauciones necesarias en relación a la dosificación, vía de administración y frecuencia de consumo».

Esnifando cafeína

En lo que respecta a las muestras de speed (anfetamina) analizadas, el grado de adulteración es tal que el informe de Ailaket advierte a muchos de los consumidores que están esnifando cafeína en lugar de speed.

En el caso de Arrasate, las 14 muestras estaban adulterada en un 79% con cafeína, paracetamol o las dos sustancias juntas.

Según Ailaket, es bastante frecuente hallar paracetamol como adulterante tanto del speed como de la cocaína. Este medicamento antiinflamatorio y antipiréptico de prescripción similar a la aspirina, «presenta una toxicidad muy baja cuando se toma puro, pero su ingesta está contraindicada en combinación con el alcohol porque puede dañar el hígado». La cafeína, por su parte, es menos adictiva que la anfetamina, pero «mantiene los peligros derivados de su condición de estimulante».

Hachís y marihuana

En relación con los cannabinoides, Ailaket señala en su informe que todas y cada una de las muestras presentadas contenían hachís, variando en cuanto a su concentración de principio activo. Dos de las 12 muestras resultaron tener una psicoactividad alta mientras que 7 de ellas indicaban una calidad media y las 3 restantes reflejaban una baja psicoactividad.

La marihuana, por el contrario, señalaba una alta psicoactividad en las 3 muestras presentadas. Este resultado es por otra parte, muy habitual, ya que la marihuana presenta, salvo excepciones, mayor potencia psicoactiva que el hachís comercial debido al uso de variedades de la planta de gran calidad (Super Skunk, White Widow, Ak-47…) y a las técnicas de cultivo y cosechado empleadas.

Desde la asociación Ailaket indicaron que los deseable es que el cannabis posea alta psicoatividad, así su «efecto» se logrará fumando menos. Pero lo malo es que cuanto mayor sea el nivel de cannabinoides, el hachís produce también mayor cantidad de humo negro y hollín en su combustión, con el consiguiente riesgo para las vías respiratorios.

Las 5 pruebas de éxtasis indicaron la presencia de su principio activo, la MDMA, detectándose además en 1 de las muestras la presencia de cafeína. A su vez, la muestra de ketamina, dio positivo únicamente al clorhidrato de ketamina.

En las intervenciones que Ailaket desarrolla en pueblos no suelen ser muy habituales los análisis de éxtasis y sobre todo, ketamina, ya que generalmente estas drogas se utilizan más en otro tipo de contextos (discotecas, afters-hours, festivales, raves ). Por lo tanto, pusieron especial cuidado en explicar sus principales riesgos y pautas mínimas para un uso seguro.

Así, respecto al éxtasis, se remarcó la importancia de calcular bien la dosis, insistiendo en el peligro que supone ingerir cantidades grandes de una sola vez ya que la ingestión implica que cuando el efecto comienza, es tarde ya para limitar la medida. Se explicó también, la pérdida de apetito que provoca, lo que unido al intenso esfuerzo físico que permite realizar, puede ocasionar pérdidas de peso y sobreesfuerzos corporales que dañan y menoscaban la salud.

Y, por supuesto, se insistió especialmente en advertir sobre el «golpe de calor» (brusca hipertermia) y en cómo evitarlo.

En relación con la ketamina se explicaron sus efectos alucinógenos y disociativos así como los serios riesgos que presenta su consumo continuado dada su alta tolerancia y capacidad adictiva. Se insistió en la importancia de controlar la dosis al máximo y de no mezclarla con otras drogas, especialmente con alcohol y sedantes. dados sus efectos anestésicos.