Los parches y los chicles de nicotina parecen seguros para las embarazadas, según concluye un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Duke (Estados Unidos) y publicado en el último número de la revista American Journal of Obstetrics and Gynecology (2009;354.e1-354.e7).

La literatura recoge numerosas evidencias en las que se constata la eficacia de los parches y chicles a la hora de ayudar a los adultos en general a dejar de fumar. Sin embargo, como indica la Dra. Geeta K. Swamy, directora de la investigación, “tanto mujeres como obstetras han tenido dudas sobre su seguridad y efectividad durante el embarazo”.

Los autores revisaron los datos de fumadoras embarazadas que habían participado en un estudio comparativo de terapias psicológicas con parches o chicles de nicotina para dejar de fumar. Su uso triplicó la cifra de mujeres que abandonó la adicción (del 8% al 24%).

Sin embargo, casi un tercio (31%) de las mujeres tratadas con el parche o los chicles tuvo complicaciones durante el embarazo, a diferencia del 17% que no usó esos productos.

El riesgo más alto de sufrir esas complicaciones se registró en las mujeres negras, las que habían tenido problemas en embarazos previos y las usuarias de analgésicos. El uso del parche, indicó el equipo, no tuvo un efecto directo.

Según los resultados, y si bien el parche no es “absolutamente seguro”, los autores concluyen que “valdría la pena utilizarlo en las grandes fumadoras, dada la relación conocida entre el tabaco y el mal pronóstico del embarazo, como el parto prematuro y el bajo peso al nacer”.