Se trata de un análisis prospectivo de 1.200 personas que fueron atendidas en la red sanitaria de la Comunidad de Madrid y en el que participaron 120 expertos psiquiátricos, psicólogos y médicos especialistas en drogodependencias.

Los resultados del informe, extrapolables al conjunto de los afectados en la población española, demuestran la «elevada prevalencia» de la existencia simultánea de una conducta adictiva y un trastorno mental en un mismo paciente, lo que se ha denominado patología dual.

Los datos fueron avanzados hoy en una rueda de prensa por Francisco Babín-Vich, director general del Instituto de Adicciones de Madrid, en el marco del I Congreso Internacional de Patología Dual que se celebra en esta ciudad, con la presencia de un millar de científicos destacados en este ámbito.

La delegada del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas, Carmen Moya, resaltó la importancia de este primer estudio porque permitirá «consensuar escalas» para medir «el impacto de estas asociaciones», ya que la situación en la Comunidad de Madrid, matizó, «no es diferente a la del resto de España».

El presidente de la Asociación Española de Patología Dual (AEPD), Néstor Szerman, recordó que todas las sustancias adictivas, como el alcohol o el tabaco, y otras drogas no integradas como el cannabis, la cocaína y los opiáceos, se asocian a trastornos mentales de gravedad variable.

Así, los problemas de personalidad como el antisocial y el trastorno límite de personalidad, el bipolar o el déficit de atención e hiperactividad presentan patología dual en más del 60 por ciento de los casos.

Pero también se dan porcentajes elevados en esquizofrenia, con un 47 por ciento, depresión -un 23 por ciento-, trastorno obsesivo compulsivo -un 30 por ciento- y en otras patologías vinculadas con la ansiedad.

Carlos Alvarez Vara, de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid, incidió en la relevancia de estos datos para que se ponga fin al abordaje por separado de las adicciones y las enfermedades mentales, como se ha venido haciendo hasta ahora, porque al menos la mitad de los pacientes no serán correctamente tratados.

Adujo que hasta hace poco tiempo los especialistas en drogodependencias se negaban a atender «locos» y los psiquiatras a hacer lo propio con los drogodependientes, de modo que ambos trastornos se afrontaban de manera independiente, pese a que la patología dual necesita de un «tratamiento integral».

El profesor Juan Carlos Negrete, de la Universidad MacGill de Montreal (Canadá), explicó, a modo de ejemplo, que de nada sirve que una persona con depresión y adicta al alcohol concentre sus esfuerzos personales y terapéuticos en superar tan sólo uno de ambos problemas, porque su evolución está directamente correlacionada.

Pese al consenso unánime de los especialistas en esta materia, en España tan sólo las comunidades más desarrolladas comienzan a tener unidades y servicios de patología dual, como Madrid y Barcelona, aunque en número «todavía insuficiente».

El secretario general del Ministerio de Sanidad, José Martínez Olmos, confesó que el abordaje del fenómeno es relativamente nuevo por lo que la voluntad de este departamento es respaldar el consenso que alcance la comunidad científica.

Los expertos coinciden en resaltar el aumento constante de la demanda asistencial de este colectivo y de sus familiares, aunque todavía existen muchos pacientes no diagnosticados, lo que repercute directamente en la morbilidad y en la mortalidad de estos enfermos.

Además, la situación socioeconómica de los pacientes con conductas adictivas se ve muy agravada cuando concurren con una enfermedad mental, por lo que consideran acuciante elaborar un protocolo asistencial del enfermo de patología dual.

El presidente de la AEPD aclaró que no se puede definir qué es antes, si la adicción o la enfermedad mental, porque se pueden dar diferentes relaciones entre ambos factores.