Los peligros para la salud asociados con el consumo del tabaco, especialmente a través de cigarrillos, están bien documentados, pero hay un riesgo en particular al cual la mayoría de fumadores le hace caso omiso: la ceguera.

A pesar de que los especialistas advierten que millones de personas que continúan fumando están comprometiendo sus ojos, sólo una de cada cinco conoce que puede quedar ciega, según una encuesta realizada por la Asociación de Optómetras de Reino Unido (AOP).

Los fumadores son dos veces más propensos a perder la vista comparados a los que no fuman.

Eso se debe a que el humo de tabaco puede producir y empeorar varias condiciones que afectan los ojos, asegura el Real Instituto de Personas Ciegas, una organización caritativa que ofrece apoyo e información para invidentes en Reino Unido.

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