La Universidad de California (Estados Unidos) ha llevado a cabo un estudio que mantiene que las comunidades de los Estados Unidos, Canadá y Europa en las que se prohibió el consumo de tabaco en lugares públicos han disminuido los ataques cardiacos hasta un 36% en comparación con las que no tienen tales restricciones. Además, el número de ataques continúa en descenso con el paso del tiempo, aseguran los investigadores, que publican su trabajo en la revista «Circulation: Journal of the American Heart Association».

Este trabajo engloba los resultados de 13 estudios en los que los investigadores examinaron los cambios en las tasas de ataque cardiaco después de que se establecieran prohibiciones de fumar en lugares públicos en comunidades de Estados Unidos, Canadá y Europa. Los científicos descubrieron que las tasas de ataque cardiaco comenzaron a descender después de la implantación de las leyes. Estas tasas cayeron un 17% tras un año y continuaron su descenso hasta el 36% tres años después de su implantación.

«Aunque no esperamos que las tasas de ataque cardiaco lleguen a cero, estos descubrimientos nos proporcionan evidencias de que a corto y medio plazo las prohibiciones de fumar evitarán gran cantidad de ataques cardiacos», señala James M. Lightwood, coautor del estudio. «Los estudios sobre esta materia tienen ahora periodos de seguimiento suficientemente largos para que podamos ver la amplitud del efecto», añade.

Lightwood recuerda que, según las estadísticas actualizadas de 2009 de la Asociación Americana de Enfermedad Cardiaca e Ictus, los no fumadores expuestos al humo del ambiente en el hogar o el trabajo tienen entre un 25% y un 30% más de riesgo de desarrollar enfermedad cardiaca. «Este estudio se añade a las ya fuertes evidencias de que el humo ambiental causa ataques cardiacos y que aprobar leyes para evitar por completo el tabaquismo en los centros de trabajo y los lugares públicos es algo que podemos hacer para proteger al público. Ahora sabemos más sobre cómo predecir lo que pasará si se impone una ley antitabaco», asegura el coautor del estudio.