El IV Plan Provincial sobre Drogas que ha presentado la Diputación, y que estará en vigor hasta el año 2010, tiene como referencia los resultados de la primera encuesta sobre hábitos de consumo de estupefacientes entre los jóvenes de la provincia, elaborada en el 2004 por el Instituto de Estudios de Alcohol y Drogas de la Universidad de Valladolid. El citado trabajo de campo pone de manifiesto que los jóvenes vallisoletanos toman menor cantidad de droga y se inician más tarde en su consumo que los castellanos y leoneses o los españoles.

Así, por ejemplo, solo el 3,8% de los entrevistados en Valladolid confiesa haber probado la cocaína, mientras que la media del resto de España es del 7,4%, y el 2,9% reconoce que ha tomado éxtasis a lo largo del último año, frente al 4,1% del porcentaje nacional.

Las diferencias son también significativas si las cifras se comparan con las de la Encuesta sobre Consumo de Drogas de la Población Escolar de 14 a 18 años, elaborada a nivel regional por la Junta, ya que mientras el 74,4% de los jóvenes de la región dice consumir alcohol semanalmente, el porcentaje desciende al 34,7% en lo que respecta a Valladolid. Por otro lado, el 38,9% de los castellanos y leoneses admite haber tomado cannabis en el ultimo año, frente al 27,2% de los vallisoletanos; y el porcentaje de los que confiesan haber probado la cocaína en los últimos doce meses es del 5% en la comunidad autónoma y del 2,8% en la provincia. La edad de inicio en la ingesta de alcohol se sitúa en los 13,68 años en Valladolid y en los 13,5 en Castilla y León y, en el consumo de tabaco, en los 13,47 años en la provincia frente a los 13 en la región.

Los datos son esperanzadores aunque no hay que echar las campanas al vuelo porque, tal y como se encargó de recordar el presidente de la Diputación, Ramiro Ruiz Medrano, ‘el 33,8% de nuestros jóvenes ha consumido cannabis en alguna ocasión’. Por otro lado, la falta de encuestas anteriores impide estudiar la evolución del consumo en la provincia y analizar si los buenos resultados se deben, en parte, a la eficacia de los planes provinciales que la institución provincial desarrolla desde el año 1995.

Evolución positiva

Sí hay datos positivos respecto a los hábitos regionales, ya que entre los años 2000 y 2004 se detecta un descenso del 24% en el consumo medio de alcohol durante los fines de semana. La percepción de riesgo asociada al consumo de bebidas alcohólicas los viernes y sábados aumenta el 36% y la relacionada con el consumo de tabaco pasa del 27,1% en el 2000 al 45,8% en el 2004.

El plan provincial que ahora entra en vigor se dirige a la llamada ‘población diana’ en el consumo de drogas, los 25.000 jóvenes vallisoletanos de entre 15 y 19 años, aunque prevé actuaciones puntuales para los 22.000 que tienen entre 10 y 14 años.

Apuesta por la prevención tanto en los centros escolares como en las familias, si bien también destina 41.000 euros anuales a subvencionar las propuestas de los ayuntamientos. Los 39 proyectos financiados el pasado año gracias a estas ayudas incidieron en la mejora de los espacios de ocio alternativo y sirvieron para formar a mediadores o para promocionar hábitos saludables.

La institución se compromete en este nuevo plan a articular estrategias para paliar el consumo excesivo de alcohol en las peñas y en las fiestas de los pueblos, con el objetivo de reducir los accidentes de tráfico relacionados con la ingesta de bebidas alcohólicas, pero también de impedir el consumo por parte de menores.

‘Trataremos sobre todo de informar a los representantes municipales y a los agentes sociales para elevar la percepción de riesgo, pero también buscaremos que se cumpla la ley, que los alcaldes conozcan y sepan que tienen competencias sancionadoras’, explicó el coordinador del programa, Eduardo Pérez.