La sociedad cada día esta más alarmada por el aumento del narcotráfico y el abuso de las drogas, sobre todo entre los jóvenes. Es un hecho irrefutable que todas las drogas, en mayor o menor medida, perjudican el organismo, pero lo que es realmente dañino, como en muchas otras cosas, es el abuso de su consumo. Los efectos indeseados de las drogas, con un consumo responsable, no son mayores que los de muchos de los medicamentos que se recetan en la actualidad, en las drogas producen alarma sin embargo en los medicamentos casi nadie les da importancia. Los agentes de trafico practican controles para detectar a los que conducen bajo los efectos del alcohol o de otras drogas pero son muchísimos los que conducen bajo los efectos de medicamentos, en los que su folleto de instrucciones advierte claramente que no deben conducir si los consumen, y que es tan peligroso, o más, que bajo los efectos del alcohol y nadie se preocupa de que así lo hagan. Existe pues no una doble moral sino una triple moral para valorar la conducta de los consumidores, la de las drogas legales, la de las ilegales y la de las medicinas. Esto indudablemente hacer pensar que están dirigidas por motivos políticos y económicos que nada tiene que ver con la defensa de la salud publica y así, según esta muy poco ética forma de establecer el tratamiento de sus respectivos consumos, se crea un “problema” de alarma social con más a menos relevancia para las ilegales o las legales y se corre un estúpido e incomprensible velo para con los efectos del consumo de los medicamentos.

Por ello estoy en contra de la prohibición, penalización y castigo del consumo y posesión y a favor de una política de legalización, vigilancia y control de la producción, distribución, venta y consumo de todas las drogas.

Soy partidario de los programas de prevención para educar a que no se consuma pero tengo que admitir que este consumo existe y que es utópico pensar en que algún día se pueda suprimir, y como mal menor debemos admitir que, cuando no se pueda hacer desaparecer, exista un consumo responsable que perjudique lo minimo posible la salud del usuario, lo que se denomina un uso recreativo y de esparcimiento, ya que si el consumo responsable es una realidad de que existe con el alcohol, que es una de las drogas que más adicción provoca, también puede existir y existe en las demás drogas. Un consumo responsable puede que no lo disminuya pero lo que si es seguro que evitará muchos de los consumos problemáticos, y sobre todo las muertes por sobredosis y adulteraciones. Apoyo la puesta en marcha y promoción de todas las ayudas necesarias para aquellos que han caído en el abuso que les lleva a la dependencia y esta a la marginación social y laboral.

Uno de los principales problemas que existe y que provocan este aumento es, en el tema de drogas y drogadicción, la falta de transparencia y veracidad a casi toda la información que se da acerca de ellas, por parte de lo gobiernos y los medios de comunicación, y ello a pesar de que la práctica totalidad de los medios de comunicación españoles se adhirieron a finales de 2005 a una iniciativa impulsada por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), siempre respaldada por la Reina de España, presidenta de honor de dicha fundación, con el compromiso de promover una información crítica que contribuya a la construcción de una opinión pública más libre y reflexiva y favorezca la articulación de una dinámica social capaz de afrontar los riesgos derivados de los consumos de drogas, especialmente entre los jóvenes. Compromiso este que no se esta cumpliendo cosa fácilmente comprobable con la simple lectura de los periódicos y ver y escuchar los informativos de televisión y radio que se dan día a día.

La política de prohibición no ha dado hasta la fecha ningún resultado positivo, sirva como ejemplo el incesante aumento del consumo en la juventud y ello en parte debido al uso del miedo, medias verdades y exageraciones. A la juventud no se la puede engañar porque, sencillamente, no se deja, y además tiene una acentuada propensión a la aventura y al riesgo, a conocer lo desconocido y prohibido. El refranero popular dice que «todo lo prohibido es deseado» y no deja de tener razón. Una de las razones por la que los jóvenes se drogan es pues por amor a la aventura, al riesgo a transgredir lo prohibido y para buscar experiencias nuevas, y el peligro es que la mayoría lo hacen sin conocer verdaderamente las drogas y sus peligros. En las legales por seguir con el uso de las mismas que hacen y les enseñan los mayores. La juventud y también el resto de los humanos tenemos una gran propensión a saltarnos las prohibiciones, y ello es una razón más para que sea tan nefasta la actual política contra las drogas. t

Es excesiva la utilización del binomio drogas/delincuencia, es tan cierto que roba porque se droga como que se droga porque roba. Es muy penoso tratar el tema de las drogas ilegales sólo desde el castigo y la represión. Sólo se ve desde un punto de vista de delincuencia, robos, atracos y muertes, y en las drogas legales se contempla preferentemente desde el punto de vista de la salud cuando el alcohol es una de las que crea más peligrosidad social.

La modalidad de infundir miedo ha provocado la exageración la falta de veracidad y las enormes contradicciones en las noticias sobre las drogas sobre todo en las ilegales, por ejemplo centrándome en el cannabis.

Por una parte se dice:

1. La marihuana causa daños cerebrales.

2. Daña el sistema reproductivo.

3. Lleva a otras drogas más peligrosas.

4. Inhibe el sistema inmunológico.

5. Es mucho más peligrosa que el tabaco.

6. Acorta las ondas cerebrales.

7. Reduce la memoria a «corto plazo» o inmediata..

8. Es adictiva.

9. La sobredosis de marihuana causa la muerte.

Y por otra se replica:

1. Se ha publicado que un derivado no psicotrópico del cannabis, el Cannabidiol atraviesa muy bien la barrera hematoencefálica y tiene efectos antioxidantes importantes. Se ha observado que protege neuronas en cultivo de muerte celular inducida por glutamato. Rustin ha hecho observaciones similares en fibroblastos de AF.(Jornadas de Euroataxia 26-28/9/2003). Una versión sintética del principio activo del Cannabis sativa L, o marihuana, denominado dronabinol, reduce los estados de nerviosismo y favorece el aumento de peso en pacientes con la enfermedad de Alzheimer, según un estudio presentado en el marco XI Congreso de la Asociación Internacional de Psicogeriatría, que se celebra en Chicago (Estados Unidos). Un grupo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), liderado por María de Ceballos, ha demostrado en un estudio que un cannabinoide, similar al componente activo de la marihuana, es capaz de prevenir la pérdida de memoria y reducir la inflamación cerebral asociada a la enfermedad de Alzheimer. Departamento de Psiquiatría y Psicoterapia, y el de Anestesiología de la Universidad de Colonia. Los directores de ambos departamentos, el Dr. Joachim Klosterkoetter y el Dr. Walter Buzello, participaron como moderadores en las revisiones que hicieron el Dr. Mechoulam sobre las propiedades neuroprotectoras de los cannabinoides y en la del Dr. Di Marzo sobre posible uso de medicamentos basados en los endocannabinoides para el tratamiento del crecimiento tumoral.

2. Se basa en el trabajo del Dr. Gabriel Nahas, la comunidad científica rechazó las generalizaciones de Nahas como inválidas. En los estudios actuales sobre los seres humanos consumidores, no se ha podido encontrar ninguna evidencia de que la marihuana afecte de alguna forma al sistema reproductivo.

3. En Holanda con los “cannabis coffee” debido a la separación del canal de distribución de las drogas duras y el cannabis han demostrado que esto no es así, es el país europeo con menos incremento del consumo en las drogas duras. La escalada se debe a compartir el mismo canal de distribución no al cannabis en si.

4. En los estudios hechos sobre seres humanos, se ha demostrado que el hachís y la marihuana, le pese a quien le pese, no sólo no dañan sino que llegan a estimular positivamente el sistema inmunológico.

5. El cannabis contienen los mismo componentes cancerigenos que el tabaco sin embargo un consumidor de tabaco consume muchos más cigarros que el consumidor de cannabis. Un amplio estudio llevado a cabo sobre la asociación entre fumar cannabis y el cáncer de pulmón, y ya presentado con anterioridad en el Congreso de 2005 de la International Cannabinoid Research Society, lo ha hecho ahora en el de la American Thoracic Society realizado en San Diego, provocando una gran repercusión en los medios de comunicación. En el estudio participaron 611 pacientes con cáncer de pulmón y 1.040 controles sanos, así como 601 con cáncer en la región
aéreo-digestiva de la cabeza y el cuello, no encontrando ningún
aumento de riesgo para el desarrollo de cáncer de pulmón con
el cannabis, incluso después de un uso prolongado e intenso.

6. En realidad, el cannabis tiene el efecto de incrementar la actividad de las «ondas alfa», que son las de los estados meditativos y de relajación, que se asocian con la creatividad humana, de ahí que muchos artistas hayan creado sus obras consumiendo cannabis.

7. Es verdad pero desaparece cuando pasan los efectos del cannabis.

8. Tiene dependencia física débil y en comparación con el tabaco y el alcohol tienen dependencia fuerte física y psíquica. Lo demuestran Informe Roques y estudios realizados, por separado, por el Dr. Jack E. Henningfield del National Institute of Drug Abuse norteamericano y por el Dr. Neal L. Benowitz, de la Universidad de California en San Francisco.

9. Es prácticamente imposible tener una sobre dosis de cannabis se tendrían que consumir 40.000 veces más del necesario para colocarse. No se ha demostrado que haya producido una sola muerte.

Tanto lo que está a favor como en contra del consumo ha aparecido en los medios de comunicación y con ello queda claro que tanto por parte de los prohibicionistas como de los antiprohibicionistas hay intereses creados que motivan esta disparidad de informaciones y que hacen que tantas contradicciones creen una gran confusión en lugar de dar formación necesaria a la sociedad para que esta tenga un criterio formal y exacto sobre este tema, tanta falta de veracidad y ecuanimidad en la información lo que provoca es desinformación en lugar de educación y formación. Los medios de información son un instrumento perfecto para la información y el control social pero siempre que se usen en debida forma no para influir en base a intereses particulares o políticos sino para informar y formar a la sociedad y en gran manera a la juventud.

Es una incongruencia que el Estado español dedique tres veces más dinero a la represión del consumo de drogas que al tratamiento de los drogodependientes. España es tras Portugal el país de la UE que menos dinero gasta en la atención sanitaria de las drogodependencias. Sería mucho más efectivo dedicar este dinero a apoyar, mejorar y potenciar los programas de reducción del riesgo y disminución de daños, a espacios de acogida, salas de venopunción higiénica, sobre todo en las prisiones, para evitar la propagación del VIH y la hepatitis, a programas de desintoxicación, a programas de acogida y seguimiento, a programas de reeducación y de reincorporación a la vida social y laboral, a dormitorios para los sin techo y a las investigaciones sobre el uso terapéutico de las drogas..

Es increíble que los gobiernos a la vista del rotundo fracaso de la política de prohibición no adopten las medidas necesarias para ir a una política más humana y efectiva de vigilancia y control de la producción, distribución, venta y consumo de las drogas, que sea capaz de reducir el consumo, terminar con el narcotráfico y lograr que el consumo que no se pueda evitar, cosa que siempre pasará, sea un consumo responsable que afecte en lo minimo posible la salud del usuario. No es lógico que no adopten una política diferente a la actual de prohibición y castigo dado el fracaso de la misma ya que es un hecho evidente y demostrable que el consumo y el narcotráfico aumenta alarmantemente día a día y tampoco es lógico el aceptar, sin ningún pudor, que la distribución de las drogas este en manos de organizaciones criminales responsables de muertes, asesinados y sobornos.

Es muy penoso que los gobiernos permitan que se consuman drogas sin ningún tipo de control de calidad, como el que tienen los medicamentos, y que es la causa de muertes por sobredosis y adulteraciones que fácilmente se podrían evitar.

Debería de incluirse en la formación de la juventud, desde las escuelas una asignatura de Salud para informarles y formarles no solo sobre drogas y drogadicción sino también en otros aspectos para poder prevenir además del consumo de estupefacientes otros problemas que atacan a la juventud como son la bulimia y la anorexia. Existe en un gran parte de la juventud una crisis de valores motivada, en parte, por la desinformación y la también crisis de valores de nuestra sociedad. Esta crisis puede combatirse desde la veracidad y fidelidad de la información que se nos da.

Ya empieza a ser hora de que los gobiernos, a la vista del rotundo fracaso de la política de prohibición no adopten las medidas necesarias para ir a una política más humana y efectiva de vigilancia y control de la producción, distribución, venta y consumo de las drogas, que sea capaz de reducir el consumo, terminar con el narcotráfico y lograr que el consumo que no se pueda evitar, ya que la erradicación total es una utopía, sea un consumo responsable que afecte en lo minimo posible la salud del usuario. Y también que los medios de comunicación cumplan con lo pactado en el compromiso de promover una información crítica que contribuya a la construcción de una opinión pública más libre, ecuánime y reflexiva sobre los temas que afectan y trastornan a la sociedad.