Las autoridades sanitarias decomisaron esta semana el mayor cargamento de cigarrillos electrónicos en la historia de México, más de 9.000 piezas de un producto cuyo consumo está prohibido en esa nación pero que, según los expertos, va en aumento bajo la creencia no comprobada de que ayuda a dejar de fumar.

«Son productos que no han acreditado en el mundo una seguridad, calidad y eficacia como dispositivos médicos para inhibir el consumo del tabaco y lamentablemente la gente tiene la creencia de que son alternativas para dejar de fumar, cuando no existe esta evidencia», dijo el comisionado de Operación Sanitaria de la Cofepris, Álvaro Pérez Vega. Con estos, en los dos últimos años se ha decomisado un total de 11.700 cigarrillos y accesorios, explicó Pérez Vega, quien contó que la mayoría entran a México procedentes de China «a través de contrabando».