Ya son muchas las voces que demandan la legalización de las drogas, gobiernos, ministros, exministros, eruditos, científicos, artistas, literatos, ONGs, 7 ciudadanos en general. Especialmente en Sudamérica se están promoviendo sesiones en los parlamentos para abordar este tema tan controvertido, especialmente la mayoría abordan la legalización del cannabis. Esta viendo la fórmula de la legalización, pero y al día siguiente de esta ¿que? ¿Se preocupan de establecer y organizar la etapa de promulgación de la legalidad de consumo y producción? ¿Debe existir un control? o debe regirse por las reglas del libre mercado. La desorganización puede ser peor que la prohibición.

La producción, comercialización, distribución y venta del cannabis debería entrar en el libre mercado y como tal las empresas que se dediquen a este fin deberán de respetar las normas, reglas y leyes a que todas las empresa están obligadas a cumplir incluyendo un perfecto y esmerado control de calidad y a liquidar la totalidad de impuestos que se les adjudiquen. En este caso el control de calidad debería de estar a cargo de ONGs, con una declarada trayectoria de responsabilidad y efectividad en el tratamiento de la drogadicción. Las empresas de todo el circuito comercial deberán de ser investigadas, así como sus propietarios o accionistas o socios con el fin de que no estén implicados en el narcotráfico.

Serán importantes e imprescindibles unas eficaces campañas de prevención dirigidas al abandono de la adicción y a fomentar, en su caso, el consumo responsable. Dejando a un lado el dinero que se ahorraría en la persecución del narcotráfico, ya que de antemano no pueden establecerse los resultados, el dinero que se recaudaría en impuestos debería de financiarse en su totalidad a las ONGs, que preste estos servicios.

Intensificar al máximo las campañas de prevención, disminución de riesgos y reducción de daños y el conocimiento de las drogas con sus ventajas e inconvenientes, efectos agradables en consumo de ocio y efectos nocivos en su abuso, problemas ocasionados por la adulteración y sobredosis, de todas las drogas ya que serían todas legales. La legalización del cannabis contribuirá sin duda a mitigar o anular la escalada de las drogas, Los partidarios de la prohibición argumentan que el cannabis es la puerta de entrada a drogas más fuertes pero Holanda con los coffeshops ha demostrado que el salto a las demás drogas no es efecto del consumo de cannabis sino que son los camellos los que incitan y procuran que sus clientes hagan el salto, así pues es muy probable que el consumo de las drogas duras baje tal y como ha pasado en Holanda. Con los coffeshops en Holanda la prevalencia de las drogas duras ha bajado situándose por debajo de a media de la UE.

Especial atención deberla prestarse a los sin techo, cuyo numero por causa de la crisis está aumentando espectacularmente, existen informaciones de que de los 22.000 se ha duplicado la cifra llegando a los 40.000. Es también conocido que casi el 50% de ellos consumen drogas, los hay que están en la calle porque ya tenían un consumo abusivo y otros que han caído en la adicción al encontrarse desesperados sin techo y con mínimos o nulos recursos para alimentarse. Habrá que fomentar a creación de albergues y comedores para que este colectivo tenga un mínimo de bienestar, derecho que está bien definido en nuestra constitución. Debe de tenerse muy en cuenta que en estos albergues y comedores deben de establecerse normas para acceder libremente a sus servicios, pero normas que no sean demasiado prohibitivas, en la actualidad muchos rechazan acudir a ellos por su excesivo prohibicionismo, sobre todo en los horarios, si los albergues son el sustituto de su vivienda, en ella entraban y salían cuando querían y en los albergues, dentro de un orden, debería ser igual, el exceso de prohibiciones o normas demasiado severas crean rechazo, hay que prohibir lo mínimo posible.

Por último las campañas de prevención deberían esencialmente ir dirigidas a los padres, educadores, alumnos y especialmente a toda la juventud, haciendo especial hincapié en la diferencia de uso y abuso y de las nefastas consecuencias que este último les puede ocasionar. En todo ello será necesario implicar al máximo a los medios de comunicación creando especialistas en el reme de drogas para que no caigan en contradicciones, mentiras o medias verdades como ahora está ocurriendo, Los medios de comunicación deben formar e informar en ningún caso desinformar ni desorientar.

Otro punto importante es si todas las drogas deberían tener el mismo tratamiento o adecuarlo a las características propias de cada droga en función de su poder de adicción, peligrosidad y efectos adversos. El éxito de una posible legalización de las drogas estará en función de que se adopte por un sistema lógico, claro, abierto, seguro y abordable por una sociedad lo mas informada posible sobre este tema.