El estudio revela también que tres de cada diez de los jóvenes que pretenden conducir durante las noches de los viernes y sábados han bebido en exceso y superan los 0,25 miligramos de alcohol por litro de aire expirado o los 0,5 gramos por litro de sangre, que son los límites máximos de alcohelemia establecidos por la ley para manejar un vehículo.

El informe, cuyo índice de fiabilidad es del 95%, repasa los hábitos de la juventud con relación al alcohol y pone de relieve que un 35% de los catalanes de 18 a 25 años mezcla diversas bebidas alcohólicas en una misma noche. Además, los licores de alta graduación son las estrellas del fin de semana. Un 20% de los encuestados consume única y exclusivamente este tipo de bebidas, frente al 18%, que eligen el vino u otras bebidas de graduación media, y al 10%, que sólo bebe cerveza. Otro 26% mezcla bebidas de diversas graduaciones y el 26% restante asegura que no consume ningún tipo de alcohol.

Consumo medio

Los que optan por la cerveza son los más moderados ya que el consumo medio por persona se sitúa por debajo de tres botellines por noche. En el extremo opuesto se encuentran los bebedores de licores de alta graduación, cuyo consumo por noche supera una media de tres copas.

Los expertos de la Universidad Carlos III y del Race estudiaron también los efectos del consumo de alcohol entre los jóvenes y concluyen que la bebida afecta más a los mujeres que a los hombres de tal manera que una chica que ha tomado tres cervezas supera los límites de alcoholemia, mientras que un varón que ingiere la misma cantidad de alcohol no llega a rebasar esos límites.

Además, el estudio, que fue elaborado entre las 11 de la noche y las 3 de la mañana a las puertas de los locales de ocio de la capital catalana, pone de manifiesto que un 10,5% de los encuestados consume también sustancias psicotrópicas, como drogas o pastillas, que mezcla con el alcohol. El responsable del informe y catedrático de Ingeniería Mecánica de la Universidad Carlos III, Vicente Díaz, explicó ayer durante la presentación del estudio que «si la encuesta se hubiese realizado durante el verano, los resultados aún serían más preocupantes», porque la juventud sale más y bebe más durante los meses de calor.

Y es que los responsables del informe quieren alertar sobre los peligros que provoca el consumo de alcohol entre los jóvenes y destacan que «el año pasado, 551 personas perdieron la vida en las carreteras catalanas» y añaden que «el 18% de las víctimas mortales de los accidentes de tráficos tenían edades comprendidas entre los 18 y los 29 años».

Díaz indicó que «no existe un hábito sano en la forma de beber de los jóvenes» y reclamó «una mejor educación para introducir otro tipo de bebidas y reducir riesgos».

Esta petición se produce después de constatar que los hábitos de los jóvenes son similares en toda España. El estudio ha sido realizado entre una muestra de 4.157 encuestados en las comunidades de Madrid, Cataluña, Andalucia, Galicia y Valencia. A pesar de las similitudes, el informe concluye que los jóvenes andaluces son los que beben más, frente a los catalanes, que son quienes ingieren menos alcohol entre la juventud del conjunto del Estado.