Puntos clave de la política relativa a las drogas

  • Si bien el consumo de drogas por vía parenteral afecta a menos de un 0,4 %
    de la población de edades comprendidas entre 15 y 64 años de la UE, se trata
    de un problema acuciante por su estrecha vinculación con múltiples
    problemas de salud y de marginación social.

  • El consumo de drogas por vía parenteral es el común denominador de los más
    graves problemas de salud relacionados con las drogas que se producen en la
    UE (entre los que cabe destacar el VIH, la hepatitis B y C, la tuberculosis y la
    endocarditis). La tasa de mortalidad entre los consumidores de opiáceos por
    vía parenteral es 20 veces más alta que entre la población general.

  • Las diferencias en las actitudes locales y en las tradiciones culturales, los
    azares de la distribución de la droga, el aislamiento social, el alto riesgo y la
    urgencia del consumo a corto plazo de una gran parte del consumo por vía
    parenteral, todos son factores que agravan el problema y complican su
    posible solución.

  • El consumo de drogas por vía parenteral y los problemas de salud derivados
    de dicho consumo deben ser tratados teniendo siempre en cuenta la
    vulnerabilidad social y la marginalidad de las personas afectadas.
    Es importante conseguir un equilibrio entre las necesidades individuales
    y las inquietudes de la comunidad.

  • El análisis de las estrategias para frenar y reducir las enfermedades
    infecciosas relacionadas con el consumo de drogas por vía parenteral debe
    tener en cuenta cuestiones relacionadas con los aspectos éticos, clínicos,
    jurídicos y humanos, así como las preocupaciones de tipo político y público.

  • Las sobredosis por consumo de drogas por vía parenteral suscitan especial
    preocupación. Muchas de ellas podrían evitarse mediante intervenciones
    sensibles a la percepción de los riesgos por parte de estos consumidores y el
    modo en que se enfrentan a los mismos.

    Conclusiones:
    Drogas por vía parenteral: observaciones a tener en cuenta

    Reducir los daños a la salud relacionados con las drogas es una prioridad de la sanidad pública. En concreto, el
    consumo de droga por vía parenteral plantea serios problemas de salud e importantes desafíos. El presente informe
    subraya algunos aspectos clave y ofrece fuentes de información para quienes deseen profundizar en su conocimiento.
    Partiendo de lo que en la actualidad sabemos, los políticos deberían partir para su trabajo de las siguientes
    conclusiones.

    1. A pesar de ser poco común, el consumo de drogas por vía parenteral tiene importantes repercusiones sobre la salud
      pública, está estrechamente ligado a la marginalidad y, pese a disminuir en algunos países, en otros se incrementa.
    2. El consumo de drogas por vía parenteral es el causante de la mayoría de los casos de VIH, hepatitis y muerte por
      sobredosis entre los consumidores de drogas en Europa. Las políticas sanitarias públicas deben, por tanto, otorgar
      prioridad absoluta a la reducción del consumo por vía parenteral y de los riesgos derivados del mismo para reducir
      los daños causados a la salud.
    3. El consumo continuado por vía parenteral, el comportamiento de riesgo y el reciente incremento de las sobredosis y
      las enfermedades infecciosas relacionadas con la drogas en algunos países sugieren la necesidad de incrementar los
      esfuerzos por reducir dicho consumo y sus riesgos entre estos consumidores. Tales esfuerzos deben basarse en
      hechos concretos y en la comprensión de las pautas locales de consumo de drogas.
    4. Las intervenciones deben englobarse en un enfoque completo de la sanidad pública que aborde igualmente las
      cuestiones de exclusión social y el equilibrio de las necesidades locales.
    5. Una serie de medidas adaptadas a las circunstancias locales se ha revelado de utilidad para reducir la transmisión de
      las enfermedades infecciosas: entre ellas cabe citar el trabajo de calle y la información, el intercambio de jeringuillas,
      el tratamiento de sustitución y, aunque más controvertidas, las salas de venopunción. Todo parece apuntar a que tales
      medidas no incrementan el consumo de droga o el consumo por vía parenteral, como algunos temen.
    6. El consumo de drogas por vía parenteral incrementa el riesgo de sobredosis, especialmente tras la salida de la cárcel y
      entre los colectivos más marginales. Algunas sobredosis, puede que incluso muchas, podrían perfectamente evitarse.