La vacuna contra la nicotina, actualmente en fase de experimentación, podría estar disponible en el mercado en un plazo de entre 3 y 5 años, según el científico sueco Torgny Svensson, del Instituto Karolinska de Estocolmo, que coordina los trabajos que se están realizando en distintos países con dicha vacuna. El producto tiene por objeto estimular las defensas del organismo para que «reconozca» la nicotina en la sangre e impida que alcance al cerebro y provoque dependencia.

El Dr. Svensson, que participa en la IV Conferencia de la Sociedad de Investigación en Nicotina y Tabaco, que se celebra en Santander, explicó que, los resultados de las investigaciones demuestran que la vacuna funciona, es decir, «que interrumpe la entrada de la nicotina en el cerebro», que es donde ejerce sus efectos actuando sobre los neurotransmisores principales.

En el ámbito clínico, destacó que de los primeros estudios de Fase I se deduce que la vacuna es «segura y bien tolerada», y en los animales crea altos niveles de anticuerpos.

Según el científico, en dos años podrían obtenerse los resultados de fase II de las investigaciones y comenzar clínicas la fase III. Svensson destacó que la principal ventaja de esta vacuna es la de evitar que los fumadores recaigan en el hábito, además de proteger al feto en el caso de mujeres fumadoras embarazadas.

En cuanto a sus posibles efectos secundarios, señaló que no se han detectado demasiados, dado que se inyecta de forma subcutánea y las reacciones que provoca son locales. Respecto a su aplicación, explicó que es similar a la de otras vacunas que se utilizan en la actualidad, utilizándose dos dosis, una de ellas de recuerdo. Sobre su efectividad, destacó que en estos momentos no puede asegurarse «al cien por cien» que quienes la utilicen dejen de fumar, si bien no van a obtener con ella «la satisfacción que consiguen con la nicotina», concluyó.