Los adolescentes de Estados Unidos están reduciendo el consumo de drogas, cigarrillos y alcohol, según indicó una encuesta anual publicada el lunes por el gobierno.

El sondeo, titulado «Observando el Futuro» y realizado entre escolares de octavo, décimo y duodécimo grados (entre 13 y 17 años) por el Departamento de Salud y Servicios Humanos, detectó un descenso de la adicción en la mayoría de categorías y en todas las edades.

«Esta encuesta confirma que nuestros programas de prevención de drogas están funcionando y que cuando trabajamos juntos y lo combatimos, el problema de las drogas decrece», dijo John Walters, director de Política Nacional de Control de Drogas, de la Casa Blanca, en una conferencia de prensa.

La encuesta anual, financiada por el Instituto Nacional de Abuso de Drogas, observó el consumo de estupefacientes y las actitudes hacia los narcóticos entre 44.000 estudiantes de 394 escuelas.

Lloyd D. Johnston, que dirigió el estudio para el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan, dijo que los ataques terroristas podrían haber contribuido al descenso del consumo de drogas.

«Se ha producido un efecto de conmoción», comentó, y explicó que, al parecer, «el 11 de septiembre ha tenido un impacto aleccionador en algunos adolescentes».

Pese a ello, la mitad de escolares del duodécimo año dijo que consumía drogas, siendo la marihuana la más popular. El consumo de éxtasis ha declinado después de haberse generalizado durante la década de 1990.

El éxtasis, también conocido como MDMA, es una droga sintética considerada en parte alucinógena y en parte anfetamina, que ha sido vinculada con daños al cerebro, corazón y los riñones. Este estupefaciente se popularizó en la década pasada en las fiestas por la energía y la euforia que daba a quienes lo consumían.

La encuesta descubrió que un 52 por ciento de los estudiantes de duodécimo grado percibían un gran peligro de daños asociados con el éxtasis, un incremento del 14 por ciento con respecto al año 2000.

Johnston advirtió que la atención del país en la amenaza terrorista y una posible guerra contra Iraq podría incrementar el consumo de drogas entre los niños, y destacó que el consumo aumentó tras la Guerra del Golfo Pérsico en 1991.

«Las guerras desvían la atención de los asuntos nacionales», comentó.

La encuesta arrojó que un 20 por ciento de los niños de octavo grado dijo haber bebido alcohol en el último mes de clases.

Asimismo, declinó el uso del cigarrillo. Este hábito descendió en un 50 por ciento entre los alumnos del octavo grado con respecto a 1996, cuando el uso del cigarrillo llegó a su máximo nivel.

La marihuana fue consumida por un 30,3 por cinto de alumnos de décimo grado en el 2002, en comparación con 34,8 por ciento en 1997.

El consumo de LSD se redujo significativamente entre los escolares. Entre los alumnos del duodécimo grado llegó a su nivel más bajo en 28 años.