No están jugando con muñecas o carritos. Ni aprendiendo a querer a los animales. Mucho menos, conjugando en primera persona los verbos escribir o leer. Las estadísticas de la Comisión Nacional contra el Uso Ilícito de las Drogas correspondientes al año 2002 revelan que 36% de los consumidores de drogas se inicia entre 10 y 14 años de edad. 46,7% lo hace entre 15 y 19 años.
Empiezan con la marihuana (35,92% ), el alcohol (30,16% ) y la cocaína (15,30% ). 5 de cada 10 las emplean varias veces a la semana, o diariamente. Las vías de administración más frecuentes son fumada (52,69% ) y oral (31,24% ).
Pero luego enfilan su interés hacia la cocaína, popularmente conocida como “perico” o “nieve” (26,77% ). Y en tercer lugar, se dedican al crack (30,06% ). Sin embargo, cuando buscan ayuda en algún centro, dicen que la droga que les causa más daño es el crack (52,11% ) y la cocaína (22,80% ).
La heroína (bautizada como “azúcar morena” o “dama blanca” ), poco a poco, ha ido escalando preferencias en el país. No para estrenarse en la fármacodependencia (ocupa el puesto 13 como droga de inicio), sino como un peldaño más (se ubica en el puesto 8 como segunda droga utilizada) en la tortuosa relación con esas sustancias.
El año pasado se incautaron 562,9 kilos de heroína, informó el coronel Jairo Coronel, director de Planificación de Control e Interdicción de la Conacuid. En el primer trimestre de 2003 se decomisaron 120 kilos. “Las incautaciones están creciendo de manera preocupante”. El producto proviene de Colombia (de agrupaciones atomizadas), por lo que Venezuela cumple el triste papel de ser nación-puente; es decir, sale hacia Europa o Estados Unidos en maletas, cuadros, cerámicas.
“La heroína es un problema emergente para Venezuela”, advierte el funcionario. “Pero no tenemos suficiente entrenamiento para abordarlo”, acepta Eusebi Gómez, directora de Prevención Integral de la Conacuid. Si años atrás el terror a las agujas desanimaba a potenciales consumidores, hoy esa variable no cuenta: también se fuma y se inhala.
La heroína es un derivado opiáceo sintético, que puede ser presentado como heroína base (granulada, de color gris, amarillo o rosado), la “brown sugar” (de color marrón y aspecto terroso), y la “tailandesa” (polvo fino de color blanco o crema). Causa colapso de las venas, obstrucción de vasos sanguíneos y puede ser camino de transmisión de enfermedades infecciosas (como sida y hepatitis).
Asunto de todos
Mas la cocaína, tal como lo evidencian los números, sigue siendo la reina: 17,7 toneladas incautadas el año pasado, confirma Coronel; 112,5 toneladas recogidas de 1990 a 2002. Es la segunda droga a la que acuden los consumidores después de su iniciación (26,77%).
Lo que se denota popularmente como cocaína es el clorhidrato de cocaína, obtenido a partir de la pasta base (basuko), a la que se le añaden químicos. Es un polvo blanco, cristalino y de sabor amargo, que se inhala, se inyecta o se fuma. A menudo se combina con heroína (speedball). Sus consecuencias son nefastas: trastornos cardiovasculares (hipertensión, arritmias, infarto), trombosis pulmonar, neumotórax, abortos espontáneos, muerte fetal, insuficiencia renal, rinitis, perforación del tabique nasal, depresión, conductas violentas, convulsiones.
El éxtasis (metilenodioximetanfetamina, droga de síntesis) también continúa en el ambiente juvenil venezolano. El año pasado se detectaron 16.010 pastillas, confirman en la comisión.
Poca autoestima, incomunicación, presión grupal (la infaltable pregunta “¿Tú no lo vas a probar, si todos lo hacemos?” ), deserción escolar, estrés, violencia intrafamiliar física y psicológica, ocio, necesidad de evasión de la realidad y carencia de empleo pueden convertir a un individuo en fármacodependiente, alerta Gómez. Otra actitud preocupante es la automedicación con fármacos para disminuir la ansiedad o la depresión, que puede implicar “comprar a escondidas o falsificar un récipe”.
De acuerdo con las cifras de la comisión, la mayoría de los pacientes que asisten a los centros de tratamiento y rehabilitación son hombres (91,76%), solteros 66,25%), con educación primaria completa o secundaria incompleta (62,48%), desempleados 63,59%). Desempleados, niños de la calle y adolescentes conforman los principales grupos de riesgo, señala Gómez.
Para dar respuesta a la interrogante ¿y ahora qué hago?, Conacuid creó un centro de orientación y referencia “en el cual no hacemos tratamientos, pero decimos dónde se puede acudir”, refiere. Pero en algunos estados hay problemas para acceder a instituciones públicas, admite la funcionaria.
El papel de la comunidad para desterrar esas sustancias es fundamental:
mediante el rescate de espacios, solución de conflictos, mejoramiento del entorno, participación.
Desde hace seis meses está a disposición de las organizaciones no gubernamentales un manual, elaborado por la Conacuid, para abordar la prevención.
Por supuesto, hay que borrar del lenguaje cotidiano frases como “ese no es problema mío”, “yo no puedo hacer nada”, “los consumidores son malandros y yo no me meto”, que generalmente son alimentadas por el miedo y la rabia, y que sólo sirven para quedarse cruzado de brazos.
Más información en:
http://www.el-nacional.com /canales/salud/
Prevención globalizada
El 26 de Junio se celebró el Día Internacional de la Lucha Contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, fecha instituida por la Organización de las Naciones Unidas desde 1987. Venezuela tiene su Plan Nacional Antidrogas 2002-2007, para el cual se destinarán 8,2 millardos de bolívares. Uno de los lineamientos del plan es que todas las organizaciones no gubernamentales que trabajan en el área estén inscritas (ya se han registrado 70), laboren bajo un criterio único y ofrezcan personal capacitado y atención a la familia, explica Eusebi Gómez. Otro punto es la prevención educativa y laboral (la Ley Orgánica sobre Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas reza que toda empresa con más de 200 empleados debe dedicar 1% de su ganancia anual a programas para evitar el consumo).
Como los estupefacientes también se globalizan, Jairo Coronel subraya que la ley prevé el delito de legitimación de capitales, “pero nos hemos quedado un poco atrás. Existe un proyecto legal contra la delincuencia organizada, que lleva cuatro años durmiendo en la Asamblea Nacional”.
Igualmente hay una mora con los bienes muebles e inmuebles retenidos al narcotráfico, que ya pertenecen al Estado y se están deteriorando.
“Requerimos de más apoyo por parte del Ministerio de Finanzas, que tiene que licitarlos, y pasar ese dinero a la Conacuid para que desarrolle los planes de prevención y represión”.