PALMA.- El Govern se encuentra en estos días enfrascado en la creación de una comisión sobre drogodependencia que decidirá, entre otras medidas, poner en marcha narcosalas en Baleares. Las narcosalas se instalarán a modo de experiencia piloto para evaluar si realmente es conveniente que se construyan centros donde los drogadictos puedan inyectarse con unas condiciones mínimas de higiene y salubridad.
La comisión, que se constituirá en breve, contará con la presencia de personas pertenecientes a distintas instituciones y tendrá entre sus miembros a profesionales especializados en drogodependencia que expresarán su opinión y determinarán si las narcosalas son una medida efectiva y necesaria.
La consellera de Salud y Consumo, Aina Castillo, no quiso especificar a este diario cuándo el Govern anunciará definitivamente la instalación de las narcosalas, pero aseguró que «no falta mucho» para conocer este dato.
La comisión tiene la finalidad de subsanar la gran dispersión de organismos e instituciones que tienen competencias en drogodependencia. El Institut de Serveis Socials del Consell Insular, más conocido como S`Institut, se encarga de los Centros de Atención al Toxicómano (CAT), mientras que el Govern tiene en su haber el plan autonómico de drogas. Además, también existen numerosas instituciones privadas como Projecte Home que tratan de solucionar el problema de la drogodependencia.
El Govern ya expresó a finales del año pasado la disposición del ejecutivo a seguir ahondado en políticas progresistas dentro del ámbito de los servicios sociales. La vicepresidenta del Govern, Rosa Estaràs, confirmó en su día que los servicios sociales del Ayuntamiento de Palma, Govern balear y Consell de Mallorca, estudiarían la apertura de una narcosala en la capital balear que sería gestionada a través de un consorcio o fundación.
Las narcosalas son centros habilitados para que los toxicómanos puedan inyectarse heroína sin correr riesgos sanitarios. Se proporciona a los usuarios jeringuillas y análisis de la dosis, entre otros servicios, para evitar contagios y sobredosis.
Las Barranquillas
La única narcosala que funciona en España es la de las Barranquillas, afincada en la Comunidad de Madrid. Fue el actual alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón, el que decidió hace ahora cuatro años poner en marcha esta experiencia pionera cuando todavía era presidente de la Comunidad Autónoma.
Los responsables de los servicios sociales de las tres instituciones implicadas en el proyecto (Cort, el Consell Insular y el Govern) se desplazaron hasta el centro de las Barranquillas para conocer de primera mano todo lo referente a sus normas de funcionamiento y poder trasladar esta experiencia a la capital balear.
Este fue el primer paso en firme para la creación de un espacio para consumo, seguimiento y tratamiento de toxicomanías. Las narcosalas de Baleares podrían estar dirigidas mediante la fórmula de consorcio o fundación, aunque este dato todavía está sin decidir.
«Tenemos que ver si en Palma hay un barrio de la misma naturaleza del de las Barranquillas y después decidir dónde se podría ubicar la narcosala», afirmó en su momento la vicepresidenta del Govern. Estarás, destacó el gran resultado que ha obtenido el centro de Madrid a la hora de solucionar los problemas sanitarios (sida, hepatitis, etc.) que padecen los toxicómanos.
Uno de los dilemas a los que se enfrenta el Govern para impulsar el proyecto es precisamente decidir cuál será la ubicación que tendrá de la narcosala de Baleares. La oposición visceral de los vecinos a la apertura de cualquier centro de tratamiento de toxicomanías, es uno de los grandes quebraderos de cabeza de los servicios sociales de la capital baear.