Las autoridades sanitarias ha advertido en numerosas ocasiones los problemas que entraña la exposición al humo de los cigarrillos. De hecho, en España se estima que unas 700 personas mueren cada año a causa de enfermedades generadas por el tabaquismo pasivo, siendo las más importantes el cáncer de pulmón, las patologías cardiovasculares y los trastornos respiratorios.

Ahora, un estudio llevado a cabo por científicos británicos constata los peligros que conlleva estar expuesto al tabaco ajeno y va más allá al determinar que los fumadores pasivos ven incrementado su riesgo cardiovascular en un 50-60 por ciento, y no en un 25-30 por ciento, como se creía hasta el momento.

La investigación se ha realizado sobre una muestra de 4.792 hombres no fumadores, cuyos casos se han estudiado a lo largo de 20 años. Así, los científicos han analizado la presencia en el organismo de estas personas de la «cotinina», un marcador en la sangre cuyos niveles dependen de la exposición al humo.

De esta manera, los expertos han constatado que los hombres no fumadores con altos niveles de «cotinina» en la sangre presentan un riesgo coronario un 50-60 por ciento mayor que los bajos en cotinina.

Por ello, los autores del estudio han pedido a las autoridades británicas que promuevan medidas para prohibir el consumo de tabaco en el trabajo.

En España, la ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, quiere que antes de que acabe 2005 esté prohibido fumar en los centros de trabajo. Así, Salgado ha comenzado a negociar con las organizaciones sindicales y la patronal para alcanzar un gran acuerdo en este sentido.