Un centro de tratamiento para población femenina en la cárcel de Hacha, en la Primera Región, inauguraron esta mañana la Comisión Nacional para el Control de Estupefacientes (Conace) y Gendarmería.

La iniciativa incorpora a 14 internas con problemas de consumo de drogas al grupo de mujeres de otros tres penales chilenos, las cuales son «pioneras» en un programa de este ámbito. Los delitos que señalan las internas beneficiadas con tratamiento en este penal están asociados en su mayoría al tráfico, y en menos porcentaje a robo, robo con intimidación, robo con violencia (producto del consumo).

Muchas de ellas son madres y han dejado a sus hijos al cuidado de familias, los cual les genera tensión y malestar obstaculizando su proceso de rehabilitación. Sin embargo, en todos estos centros se da la posibilidad de mantener a los hijos con ellas cuando son menores de dos años.

El centro de tratamiento otorga a las internas la posibilidad de hacer un proceso de rehabilitación integral ayudándolas a revisar su estilo de vidad y a comprender las razones que las hicieron llegar hasta donde están.

La iniciativa se enmarca dentro de una alianza estratégica iniciada el año 2000 entre Conace y Gendarmería, para intervenir en la prevención del consumo de alcohol y drogas al interior de los recintos penales y entrenamiento para personal de estos centros.

Actualmente, el programa de interveción en personas con consumo problemático de sustancias sicoactivas, recluídas en recintos penitenciarios, cuenta con 11 centros de tratamiento, 4 de los cuales están dirigidos a la población femenina.

Estos últimos se encuentran ubicados en las regiones donde el problema asociado a género se presenta con mayo impacto: Región Metropolitana (24 internas), Iquique (20), Antofagasta (25) y Arica (14). Los cuatro son residenciales y tienen una cobertura total de 83 plazas.