Redacción-

El gobernador de California, Gavin Newsom, y el alcalde de San Francisco, London Breed, están tomando medidas para combatir el tráfico de fentanilo en la ciudad, lo que incluye un aumento en la presencia policial en los barrios de Tenderloin y South of Market. Sin embargo, algunos expertos en adicciones creen que esta estrategia podría tener consecuencias no deseadas. El profesor de medicina de adicciones en UCSF, Daniel Ciccarone, dijo que la evidencia sugiere que las tácticas duras contra el crimen y el suministro de drogas no han sido efectivas a largo plazo y podrían aumentar el estigma y las barreras al tratamiento. Vitka Eisen, directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro HealthRight 360, dijo que aumentar la vigilancia en las calles y presionar el lado de la oferta podría resultar en patrones de uso de drogas más caóticos, donde las personas están más desesperadas por obtener drogas, lo que lleva a un aumento en las sobredosis.

Los expertos en adicciones también señalaron que hay una superposición en las poblaciones de traficantes y consumidores de drogas, por lo que cualquier intervención dirigida a expulsar a los traficantes también podría dañar a los consumidores. Además, el cierre de instalaciones como el Tenderloin Center, un centro de servicios sociales sin cita previa y un sitio de consumo seguro que funcionó durante 11 meses, ha llevado a un aumento en las tasas de sobredosis en San Francisco.

Los vecinos de Tenderloin y South of Market han expresado su preocupación por la seguridad y las condiciones de las calles. Aunque el aumento en la presencia policial podría disuadir el consumo y el tráfico de drogas, los expertos en adicciones advierten que podría tener consecuencias no deseadas.

Leer el artículo completo en kqed.org