El tratamiento con la droga medicada conocida como buprenorfina ha representado una mejoría en la desintoxicación y retención de pacientes que intentan salir de la adicción a la heroína.

Pero este tratamiento debe ir acompañado de atención psicológica que ayude al paciente a mantener su disposición a salir del vicio.

Sin embargo, esta novel iniciativa aún no está accesible a las personas de escasos recursos por lo que los profesionales autorizados solicitaron que se incluya en la Reforma de Salud por lo que existen conversaciones con la Administración de Servicios y con algunos municipios autónomos que sometan propuestas para recibir fondos federales.

«La medicina es buena pero un medicamento no cambia el estilo de vida de una persona», dijo el psicólogo clínico Jorge Nogales durante una conferencia celebrada en el Doral Bank Plaza. La ley federal vigente exige la adición de un terapeuta en el área psicosocial.

Enfatizó en la necesidad de que el paciente mejore su conducta así como su entorno social y familiar para no recaer en la adicción.

De igual manera, se tiene que preparar mentalmente para los efectos secundarios tras dejar la droga, ya que después de usar la misma se queda una inestabilidad en los centros nerviosos.

El doctor Ricardo Soler enfatizó en que para dar un tratamiento efectivo se necesita la buena disposición del paciente así como un tratamiento riguroso del médico con pruebas de dopaje periódicas y cooperación de los familiares.

«Aquí la supervisión directa va a ser del médico», sostuvo Soler por su parte al establecer que el médico se hace en gran parte responsable del resultado.

Bajo las leyes vigentes se establece que ningún médico autorizado debe tener más de 30 pacientes para que pueda tener un control más directo de su tratamiento y evitar que las dosis suministradas sean vendidas en el mercado negro como ha pasado con los centros de metadona donde se atienden un estimado de 300 pacientes.

Al igual que otras drogas medicadas, la buprenorfina -que representa una sustitución en el uso de la heroína y se estudia su posible uso para tratar otras adicciones- también tiene efectos secundarios típicos de los procesos de desintoxicación y recaída.

La buprenorfina estabiliza el aspecto físico y químico del cuerpo para que el ex adicto pueda rehacer su vida ingresando al mundo laboral o estudiantil, pero se necesita la atención psicosocial que ayude a completar ese proceso de cambio. El doctor Soler argumentó que el tratamiento con esta droga es ideal para que las personas se reintegren a la fuerza laborar porque no es de fácil detección en las pruebas de orina, contrario a las drogas ilegales.