Redacción-

Un artículo publicado en The New York Times Megazine titulado «They Followed Doctors’ Orders. Then Their Children Were Taken Away», relata a partir de experiencias personales, las retiradas de custodia de la descendencia de personas que usan drogas.

El artículo narra la historia de una madre llamada Dass y su lucha por recuperar la custodia de su hija, quien fue retirada de su hogar por el Departamento de Seguridad Infantil de Arizona (D.C.S.) debido a su adicción a los opioides. Dass, desesperada por reunirse con su hija, investiga las leyes y descubre el Acta Federal de Bienestar Infantil Indígena, que exige a las agencias hacer «esfuerzos activos» para mantener a las familias unidas. Dass solicita la intervención de las autoridades tribales y espera su respuesta.

El artículo también destaca la forma en que las autoridades de protección infantil a menudo desacreditan el uso de medicamentos para el tratamiento de la adicción, como el Suboxone, tratándolo como una sustancia ilegal. Muchos trabajadores sociales ignoran la investigación que demuestra que separar a los recién nacidos de sus madres prolonga los síntomas de abstinencia. Además, se describe cómo las madres son presionadas e incluso ordenadas por los trabajadores sociales y los jueces a dejar de tomar sus medicamentos para resolver sus casos de bienestar infantil.

El artículo también menciona los esfuerzos de algunos estados, como Connecticut, para evitar castigar a las madres que usan medicamentos legales. Connecticut ha implementado un sistema de notificación anónima que recopila datos sobre recién nacidos expuestos a sustancias sin desencadenar una investigación automática. Además, el estado brinda recursos para capacitar a los proveedores de tratamiento de adicciones y establecer planes de cuidado seguro para las madres.

Sin embargo, muchos estados, incluido Arizona, continúan tratando los casos de recién nacidos expuestos a sustancias a través del mismo sistema utilizado para informar sobre abuso y negligencia infantil. Esto ha llevado a situaciones en las que se considera automáticamente que la exposición prenatal a sustancias es abuso o negligencia infantil.

El artículo concluye destacando la necesidad de cambiar las leyes estatales que tratan la exposición prenatal a sustancias como abuso o negligencia infantil. Los expertos y defensores del bienestar infantil argumentan que esta política no funciona y que se debe abordar el problema de manera más compasiva y efectiva.

En resumen, el artículo relata la historia de una madre luchando por recuperar la custodia de su hija después de que fuera retirada de su hogar debido a su adicción a los opioides. También destaca las deficiencias en el sistema de protección infantil y la necesidad de cambiar las leyes para abordar el problema de manera más efectiva.

Leer el artículo completo en nytimes.com