El Ministerio de Sanidad alerta sobre los efectos secundarios negativos que pueden tener algunos fármacos a la hora de conducir, “especialmente si se utilizan de una manera incontrolada, sin la información adecuada, sin tomar medidas y precauciones necesarias y sin seguir criterios médicos”. En un informe elaborado por la Fundación para la Seguridad Vial (Fesvial) y coordinado por la Subdirección General de Promoción de la Salud y Prevención, de la Dirección General de Salud Pública, se advierte de que, en los casos en los que se tienen en cuenta esas precauciones, los fármacos pueden convertirse en “sustancias altamente peligrosas”, dado lo cual se aboga por aumentar la formación específica al respecto entre el personal sanitario.
La guía Seguridad vial: sobre su promoción, prevención y atención más allá de las carreteras recuerda que el último informe del Instituto Nacional de Toxicología sobre la presencia de alcohol, drogas y psicofármacos en los siniestros de tráfico mortales, indica que alrededor del 12 por ciento de los conductores fallecidos en accidentes en la carretera tenían en su organismo restos de algún tipo de psicofármaco, incluyendo analgésicos y antidepresivos. Para reducir ese porcentaje, los expertos consideran fundamental que los profesionales sanitarios tengan acceso a una formación abierta y continua para, entre otras cuestiones, saber cómo concienciar sobre el uso responsable de fármacos, limitar las recetas de medicamentos con posibles consecuencias para la seguridad vial sólo a casos en los que “sea necesario”, combatir la automedicación y promover tratamientos alternativos a los farmacológicos en casos pertinentes o de baja gravedad.
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