Bebés que no han nacido todavía, pero su ecografía ya circula por la red. También los primeros pasos, las primeras palabras, las pataletas, su actuación en la función del colegio. Las redes sociales coleccionan parte de la intimidad de niños y niñas, con los riesgos que eso conlleva. La sobreexposición de los más pequeños a través de las plataformas es un debate que permanece abierto y más aún cuando los progenitores se lucran de ello: ¿se está mercantilizando su imagen?

En España un 89 % de las familias comparte una vez al mes contenidos de sus hijos en las plataformas, según el informe EU Kids Online. «Está muy extendido entre padres y madres normales, pero si vamos a los influencers la cuestión se ensucia debido a las campañas publicitarias que hacen con ellos», explica Angeriñe Elorriaga, doctora en Comunicación Social y coautora de un estudio en el que analizaron 1.000 publicaciones de diez cuentas de instamadres.

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