El benzol es una sustancia con efectos anestésicos, si bien muchas personas lo emplean como droga recreativa.
Los autores, coordinados por Nigel Atkinson, estudiaron la respuesta de la Drosophila melanogaster a la exposición al benzol durante un periodo de quince minutos. Las moscas que habían tenido una exposición a este disolvente orgánico se recuperaron mucho más rápidamente que las que fueron expuestas por primera vez.
Las moscas que desarrollaron una alta tolerancia a esta sustancia también mostraban una mayor actividad del gen slo, que genera las proteínas encargadas de estumular la señalización entre las células cerebrales en el cerebro.
Manipulación
Por otra parte, las moscas genéticamente modificadas en laboratorio que no contaban con este gen no desarrollaron tolerancia al disolvente químico, mientras que las que fueron diseñadas para mostrar una mayor actividad del gen eran más resistentes de lo normal.
El gen slo en humanos es idéntico al de la Drosophila, por lo que «este hallazgo es prometedor y puede ofrecer información valiosa para tratar las adicciones mediante la posible modificación del gen. Asimismo, los resultados indican que las exposición a sustancias adictivas no debe ser necesariamente prolongada para provocar una gran dependencia y puede tener efectos importantes a largo plazo», ha explicado Atkinson.