La Unión Europea va a financiar por primera vez un proyecto basado en el uso de psicodélicos, como los denominados «hongos mágicos» para tratar la depresión en cuidados paliativos o aplicarlo a personas con diferentes enfermedades, como el Parkinson.
Los psicodélicos son compuestos que alteran la conciencia, y entre ellos figuran la dietilamida del ácido lisérgico (LSD), la psilocibina (setas mágicas), la metilendioximetanfetamina (MDMA o éxtasis), la dimetiltriptamina (DMT) y la ayahuasca, que deriva de ciertas plantas de Sudamérica, entre otros. Cada una de ellas afecta al cerebro de formas levemente distintas.
En todo caso, durante los próximos cuatro años, cuatro centros clínicos repartidos por Europa se dedicarán a estudiar el impacto de la psilocibina, una sustancia que se encuentra en los «hongos mágicos» o «setas alucinógenas» y que se empleará en el tratamiento del sufrimiento psicológico, como la depresión y en personas con enfermedades incurables.
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