El Observatorio del Cáncer señala que el 57,2% de los jóvenes creen que fumar está de moda porque lo hacen actores, ‘streamers’ o ‘influencers’. 9 de cada 10 chicos y chicas están expuestos al humo digital a través de publicidad explícita y encubierta en las redes sociales
Guapos, de risas, flirteando… y fumando. Las imágenes de Natalie Portman y Paul Mescal echándose un cigarro en la puerta de un pub londinense, supusieron “la mayor propaganda para los cigarrillos desde Mad Men”, tal y como lo definió la periodista especializada en cultura pop Hunter Harris. Quizás sea una mera casualidad, pero últimamente el tabaco aparece en más contextos con glamour de lo que estábamos acostumbrados. Dua Lipa en el festival de Glastonbury después de decir que lo había dejado, las hermanas Olsen en sus descansos laborales, Bella Hadid en Cannes, el elenco de The Bear en el estreno de la tercera temporada de la serie en Los Angeles, Rosalía de cita con Jeremy Allen White… ni un vapeo a la vista entre los famosos de la lista A.
El New York Times publicó un reportaje sobre el tema hace ya un par de años, pero recientemente parece estar extendiéndose un cierto hedonismo fatalista entre los más jóvenes, amplificado por un sentimiento de nostalgia por tiempos menos mesurados y producidos. En Instagram se multiplican los perfiles como @cabmate, que se regodean en las fotografías de Kate Moss de fiesta en los años 90, o de Gwyneth Paltrow con un Camel encendido. Otros robados que muestran a gente guapa como Anya Taylor-Joy, Dakota Johnson, Malia Obama, Brad Pitt o Lily Rose Deep con sus pitillos, hacen sentir flashbacks de las absurdas dinámicas de patio del colegio con los ‘guays’ quedando para fumar a escondidas.
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