Así actúan los opiáceos en el cerebro, en tiempo real.
A pesar de la profunda influencia que ejercen los opiáceos en el mundo, para bien o para mal, los científicos saben sorprendentemente poco sobre el funcionamiento real de estos fármacos.
Un estudio reciente dirigido por investigadores de la Universidad de California Davis ha descrito un nuevo método mediante el cual los investigadores pueden observar en tiempo real cómo responde el sistema nervioso a la activación de sus receptores opioides.
Mediante la incorporación de receptores fluorescentes en neuronas de ratones, el equipo demostró que era posible visualizar la actividad de los opioides mientras operaban dentro de un cerebro vivo.
Para mucha gente, la palabra «opioide» trae a la mente drogas como la heroína y el fentanilo. Sin embargo, el cuerpo humano tiene su propio sistema opioide, que forma parte integral de las vías de recompensa y aversión del cerebro.
Este sistema gira en torno a tres receptores denominados kappa (κOR), delta (δOR) y mu (µOR), que son activados por una serie de aminoácidos de cadena corta liberados por las neuronas en respuesta al placer, el dolor y el estrés. El más conocido de estos neuropéptidos opioides es probablemente la endorfina (una abreviatura de «morfina endógena»), pero hay un montón de ellos.
Las drogas opiáceas también se unen fuertemente a nuestros receptores opiáceos y los activan. Aunque existen fármacos opiáceos no psicoactivos -por ejemplo, la loperamida, un antidiarreico-, la mayoría de ellos suprimen el dolor e inducen una fuerte sensación de euforia, al tiempo que obligan al cerebro a adaptarse a una nueva base opiácea. Esto los hace valiosos como analgésicos, pero también los convierte en altamente adictivos.
Leer el artículo completo en quo.eldiario.es