Navarra ha hecho balance del Programa de Ayuda a Dejar de Fumar, implantado hace aproximadamente diez años en la comunidad foral. La similar efectividad de las intervenciones educativas y farmacológicas es una de las conclusiones más destacadas, al igual que el 60 por ciento de exfumadores conseguidos.
«Las intervenciones educativas tienen similar efectividad a las farmacológicas», ha expuesto Pablo Aldaz, director del Instituto de Salud Pública de Navarra, en relación con la evaluación el Programa de Ayuda a Dejar de Fumar, implantado en la comunidad autónoma hace aproximadamente diez años y del que se ha hecho balance. Por ello, «no entiendo por qué el Ministerio de Sanidad y Consumo se resiste a financiar este tipo de tratamientos».
En general, Aldaz cree que la legislación antitabaco que entrará en vigor el 1 de enero de 2006 es positiva porque «protege a los no fumadores, que son las grandes víctimas». No obstante, «la ley debería haber sido más progresiva, ya que la sociedad no está preparada para una prohibición tan radical». A este respecto, ha defendido el establecimiento de espacios para fumadores en los lugares de trabajo. «Con esta medida también se protege al no fumador».
Casi tres años después de la aprobación de la Ley Foral de Prevención, Promoción y Protección de la Salud en Relación al Tabaco (ver DM del 10-II-2003), la prevalencia de fumadores ha bajado del 32 por ciento al 26, según datos del Instituto de Salud Pública de Navarra. La comunidad cuenta con un modelo de apoyo para dejar de fumar basado en el primer nivel asistencial, con tratamientos individualizados según el conocimiento que tenga el médico del entorno del fumador. «La primaria es el lugar idóneo para ello», explica.
«El modelo es diferente al de otras autonomías, donde el protagonismo corre a cargo de las unidades hospitalarias de deshabituación tabáquica», explica Aldaz. En Navarra, las intervenciones en este sentido están en manos de los médicos de primaria y de la enfermería, que ofertan cuatro niveles de ayuda: consejo sistematizado o breve, apoyo individual, terapia grupal y/o tratamiento farmacológico.
60% de exfumadores
Se han evaluado los dos últimos años del Programa de Ayuda a Dejar de Fumar de Navarra porque es el tiempo que lleva financiándose el tratamiento farmacológico en Navarra -desde verano de 2003-. Entre otros resultados, de una muestra de 452 pacientes en tratamiento, sólo respondieron 322. De éstos, 292 tuvieron un cese inicial y 30 no cesaron -no más de 24 horas sin fumar- (ver cuadro). De los ceses, sólo el 8 por ciento aguantó 4 semanas; el 32, seis meses, y el 60 por ciento, un año -se les considera exfumadores-.
En cuanto al tipo de intervenciones, entre las educativas hubo un 63 por ciento de ceses y un 37 de recaídas, mientras que con las farmacológicas, un 53 por ciento fueron ceses y un 47 recaídas. «Esto no quiere decir que el apoyo farmacológico no sea eficaz, sino todo lo contrario», explica Aldaz. «Queremos que los profesionales tengan todas las posibilidades a su alcance».