Bajo el lema «Gracias por no fumar», el Ministerio de Sanidad y Consumo pretende reforzar la voluntad de un número importante de españoles que han aprovechado la entrada en vigor de la Ley de Prevención del Tabaquismo para intentar dejar de fumar. Y, además, lo hace en verano, que es una época propicia para abandonar este hábito, cuando se disfruta de las vacaciones y se está lejos del estrés del trabajo y de las rutinas diarias.

Balance positivo de la Ley

Una encuesta realizada el pasado mes de mayo por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC) detectaba esta decisión, ya que casi la mitad de los encuestados que se declaraban fumadores (el 46,3%) afirmaba que había intentado dejar el tabaco desde la entrada en vigor de la nueva normativa.

La Ley persigue hacer más fácil el abandono de este hábito a las personas que lo consumen, además de garantizar a la población no fumadora el derecho a respirar aire no contaminado por el humo del tabaco. Para ello, ha establecido limitaciones a la venta y suministro de los productos derivados del tabaco, a su consumo y a la publicidad, promoción y patrocinio de este producto.

Por su parte, el teléfono de atención al público (901 445 445) puesto en marcha por el Ministerio de Sanidad y Consumo, en colaboración con el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, para informar sobre la Ley y ofrecer consejo a los fumadores que quieren dejar el tabaco, ha recibido un total de 108.617 llamadas desde el 13 de diciembre de 2005 hasta el 12 de junio de 2006. El mayor número de consultas se produjeron en torno a la entrada en vigor de la Ley, entre el 13 de diciembre y el 12 de enero, periodo en el que se recibieron un total de 91.831 llamadas, lo que hizo preciso un refuerzo del personal que lo atendía.

También en colaboración con el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, el Ministerio editó cuatro millones de ejemplares de una «Guía para dejar de fumar», que está también disponible en la página web del Ministerio (www.msc.es).

En los spots de la campaña «Gracias por no fumar», aparece una máquina de tabaco en la que, cuando un cliente recoge su paquete, una voz le va recordando diferentes mensajes muy distintos al habitual de «su tabaco, gracias». Así, en tono irónico, se presentan mensajes como «su aliento más pestilente, gracias», «sus quince minutos menos de vida, gracias», «el aire de los que le rodean más contaminado, gracias»… Por contraposición, en la campaña gráfica, y bajo el lema «Gracias por no fumar», los mensajes aparecen en tono positivo: «su aliento más fresco», «sus pulmones más limpios», «mejor salud para los que le rodean», etc.

El tabaquismo en España

La última Encuesta Nacional de Salud de 2003 señala que un 31 por ciento de la población de 16 y más años afirma que fuma (un 28,1 por ciento a diario y un 2,9 por ciento ocasionalmente), un 17,3 por ciento declara ser ex fumador y un 51,7 por ciento dice que nunca ha fumado. Estos datos muestran que la población fumadora sigue disminuyendo en nuestro país, si comparamos con los resultados de la primera Encuesta Nacional de Salud de 1987, que mostraba que un 38,4 por ciento de la población de 16 y más años (55,1 por ciento de los hombres y 22,9 por ciento de las mujeres) fumaba. Estos porcentajes han ido descendiendo sostenidamente en las siguientes ediciones.

Por su parte, la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias 2004 detecta que el tabaco es la segunda droga más consumida entre los jóvenes de 14 a 18 años, tras el alcohol. A estas edades, las mujeres fuman más que los hombres, aunque éstos comienzan a consumir tabaco antes y lo hacen más intensamente. La edad media de inicio sigue siendo la más baja de todas las drogas, a los 13,1 años.

En cuanto a su incidencia sobre la salud de los españoles, el tabaco es la primera causa de enfermedad, invalidez y muerte evitable en el país, y está relacionado directamente con más de 25 enfermedades (especialmente con el cáncer de pulmón y otros tumores, y las enfermedades pulmonares y cardiovasculares).