Psicólogos expertos en drogodendencias han detectado desde el pasado Puente de la Constitución la llegada a las consultas y servicios de una «avalancha» de personas que han recaído en el consumo de cocaína, o bien temen hacerlo, coincidiendo con las fiestas de Navidad y Fin de Año.

Así lo manifestó el especialista en drogas del Colegio Oficial de Psicólogos de Baleares (COPIB), Andreu Salleras, que cuenta con más de 20 años de experiencia en este campo y aseguró que nunca se había producido anteriormente una situación similar, ya que las recaídas se empezaban a percibir a partir del 2 de enero.

Concretamente, Salleras explicó que existe una «gran preocupación» entre los usuarios de los distintos servicios de tratamiento de la adicción a sustancias estupefacientes, ante una eventual reincidencia en el consumo de cocaína, por lo que acuden a los mismos asegurando sentirse «angustiados» por la llegada de las fiestas y solicitan reanudar los tratamientos.

Salleras subrayó que la adicción a la cocaína es más psíquica que física, ya que se puede caer en ella sin necesidad de consumir cada semana y se empieza a manifestar en el momento en que la persona no es capaz de desarrollar su ocio sin mediar el uso de esta sustancia.

Para este experto, «hay mucha gente que no tiene la sensación de estar enganchada por el hecho de no consumir cada día, pero su gran dependencia no es física, sino psicológica y está asociada a situaciones muy concretas», que siempre están relacionadas con el hecho de «pasarlo bien», principalmente por la noche.

Nochevieja

«Nochevieja es la típica fiesta en la que salen incluso quienes no salen ninguna otra noche al año», explicó Salleras, quien admitió que se produce un «repunte» en el consumo de cocaína coincidiendo con esta fecha, aunque recordó que, según las estadísticas, en realidad, el 90 por ciento de los jóvenes no consumen estupefacientes, mientras que no existen datos para otras edades.

Por otra parte, aseguró que la «incidencia» de las drogas en la sociedad balear es cada vez mayor, así como la repercusión que tiene en los problemas mentales que atienden los servicios sanitarios, que el experto en buena medida achacó a un inicio al consumo cada vez más temprano entre los jóvenes.

Este especialista aseguró que las secuelas y desórdenes mentales provocados por las drogas, en algunos casos irreversibles, afectan más a las personas que se han introducido al uso de sustancias psicoactivas, ya sean legales o ilegales, en la adolescencia o juventud.

En este sentido, parte de sus efectos son acentuar tendencias a padecer problemas psíquicos, como psicosis, esquizofrenia, stress o paranoia, que tal vez se encontraban latentes en la persona pero que podrían surgir más adelante, e incluso nunca, de no haberse producido el consumo de estupefacientes.