Estimaciones del ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires indican que anualmente se registran unos 900 nuevos casos de cáncer de esófago, enfermedad estrechamente asociada con el consumo excesivo de alcohol y tabaco y que encuentra en el Hospital provincial Rossi, una técnica operatoria para reemplazar el órgano vital sin necesidad de abrir el tórax.

Según el informe, el departamento de Cirugía Esofágica de ese hospital es pionero en la implementación de una técnica paliativa, que consiste en extirpar ese órgano y reemplazarlo sin abrir el tórax. Le permite al paciente alimentarse por boca y no a través de una sonda. Durante el 2006 se realizaron más de 20 intervenciones de ese tipo.

El esófago es un conducto del tubo digestivo que tiene como función transportar la comida desde la boca al estómago, sin embargo, este mecanismo puede verse afectado frente a la aparición de patologías de tipo funcionales, ocasionadas por la presencia de cuerpos extraños, patologías benignas, como los divertículos y los pólipos, y patologías malignas como el cáncer esofágico, un mal que afecta a 900 bonaerenses cada año.

En nuestro país es habitual la consulta tardía, lo que ocasiona que la mayoría de los pacientes que padecen este tumor, lo descubran cuando la enfermedad ya está avanzada. Habida cuenta de esto, el hospital provincial «Profesor Dr. Rodolfo Rossi» fue especializándose en las técnicas quirúrgicas, y se convirtió en uno de los primeros en poner en práctica la cirugía esofágica por vía transhiatal, una operación que se realiza sin abrir el tórax.

«El 80 por ciento de las personas que llegan a este centro de salud con tumores malignos de esófago ya se encuentran en estadíos avanzados y vienen desde hace 6 u 8 meses con dificultades para deglutir la comida. En estos casos si bien la cirugía no ofrece una cura, permite reconstruir el tránsito del esófago para que los enfermos puedan volver a alimentarse en forma oral», explicó Daniel Titarelli, encargado del Departamento de Cirugía de Esófago del Hospital Rossi.

Para los pacientes con tumores avanzados, la técnica recomendada es la vía transhiatal, que es de tipo «paliativa». En este sentido, el jefe de sala de cirugía general, Alfredo Eliseire, señaló que «se trata de una cirugía para realizar en un medio hospitalario, por la complejidad y el alto costo que representa, ya que intervienen al menos ocho personas, entre cirujanos, anestesistas, y el cardiólogo».

Cómo se reemplaza

La intervención consiste en sacar el esófago y reemplazarlo con una parte del estómago, con la cual se forma un tubo y se lo lleva por el mediastino (la parte posterior del tórax), para finalmente suturarlo al esófago cervical a nivel del cuello. En los casos donde el paciente ha sido operado del estómago, el otro órgano de elección es el colon, y en última instancia se puede reemplazar con el intestino.

De acuerdo a datos que aportan los especialistas del Rossi, un 95 por ciento de los reemplazos se realizó con estómago y un 5 por ciento con colon. Cabe destacar que este tipo de cirugía se combina además, con tratamiento oncológico, quimioterapia y radioterapia.

Alcohol y tabaco, principales factores de riesgo

El 60 por ciento de las personas con cáncer esofágico atendidas en el hospital Rossi, presentan como antecedente el tabaquismo y el alcohol. Estos factores causan irritación, y agudizan los síntomas más frecuentes, como lo son la acidez y el reflujo gástrico. Las consultas son, en la mayoría de los casos, ante la aparición de una salivación profusa, dificultades para tragar la comida y de un fuerte dolor detrás del esternón.

«Esta enfermedad ataca más a la población masculina, ya que el 70 por ciento de los pacientes atendidos son hombres, mientras que el promedio de edad ronda los 60 y 63 años, aunque hemos tenido casos de enfermos que van desde los 28 hasta los 93 años», informó el doctor Carlos Titarelli.

Por otra parte, existe una patología denominada la enfermedad de Barret, que ocurre cuando hay una hernia hiatal, y un reflujo posterior del estómago hacia el esófago, que suele quemar, irritar e implantarse.

Las personas que padecen de esta enfermedad deben controlarse rigurosamente, ya que están más expuestas porque pueden desencadenar en un metaplasma, degenerar células y dar origen a un tumor. (Agencia NOVA)