La XV edición del curso de actualización en Psiquiatría, organizado en Vitoria-Gasteiz durante los días 1 y 2 de marzo de 2007 y que lleva por título “La salud física en el enfermo psiquiátrico”, profundiza en la patología dual, “un problema común en pacientes de estas características” según explica Luís San, jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital San Rafael de Barcelona. “Existe un número elevado de pacientes que, más allá del diagnóstico psiquiátrico de la esquizofrenia o de otros trastornos mentales, tienen un diagnóstico relacionado con el consumo de otras sustancias”.

A la hora de analizar la realidad de este tipo de pacientes, Luís San asume que “un porcentaje muy elevado de pacientes esquizofrénicos adultos son, además, consumidores compulsivos de tabaco y de café. En pacientes esquizofrénicos de edad más joven, es bastante más frecuente la asociación de esquizofrenia con el consumo de cannabis”.

Habida cuenta que en el caso de estos pacientes con dos diagnósticos, “la clínica resulta mucho más grave, su manejo, desde el punto de vista pronóstico, también se hace más complicado. El efecto de los dos diagnósticos no es aditivo, sino multiplicativo”, puntualiza el psiquiatra. A la hora del abordaje, “hay que medir qué patología es más grave, si la esquizofrenia o la adicción a las sustancias, qué fue primero, qué requiere un tratamiento de forma inmediata o si se pueden tratar las dos formas a la vez”.

El análisis de esta situación tiene un punto de partida claro. “Los pacientes esquizofrénicos, de por sí, padecen más patologías orgánicas que el resto de la población general. Entre las diversas razones que justifican esta aseveración sobresale el hecho de que probablemente tengan una menor capacidad de auto cuidado o de seguir las pautas de un tratamiento terapéuticos. Si a esto le añades que además consumen algunas otras sustancias tóxicas, las complicaciones orgánicas aún son peores que si sólo presentasen un cuadro de esquizofrenia”.

Desde un punto de vista epidemiológico, “este subgrupo de pacientes es cada día más frecuente. En los últimos años se ha detectado un fuerte incremento de pacientes que acuden a un servicio de salud mental y reconocen que están consumiendo algún tipo de sustancia; alcohol, tabaco y café son habituales. Si se piensa en la población joven que acaba de debutar en la enfermedad, el 50 por ciento de los esquizofrénicos está consumiendo cannabis, porcentaje que no difiere excesivamente del de la juventud española en general que ha experimentado alguna vez con esta droga. En algunos pacientes más vulnerables, este consumo de cannabis precipita los acontecimientos y acelera el inicio de una enfermedad como la esquizofrenia. Esto no quiere decir que la cause, pero sí es la gota que colma el vaso”, asegura el experto.

En la patología dual “no van necesariamente asociadas la esquizofrenia con una dependencia muy marcada. A veces son abusadores puntuales o consumidores esporádicos pero este consumo tiene la suficiente entidad como para que sea contemplado con sumo cuidado dado que interfiere de forma notable en el curso de la enfermedad esquizofrénica. Son pacientes reacios a tomar medicación y guardan una peor adherencia al tratamiento, algo que se acrecienta con estos consumos paralelos”.

Las últimas inclinaciones científicas plantean “un abordaje integral de la patología dual. Cada vez más se preconiza que el tratamiento de estos pacientes se realice desde la red sanitaria de Salud Mental y de forma integral; es decir, que se traten al unísono el trastorno por consumo de sustancias y la enfermedad mental. Este tratamiento debe llevar implícita toda la colaboración necesaria de los servicios de Atención Primaria, los médicos de cabecera o los especialistas, todo aquello que tenga que ver con la patología orgánica. Ese apoyo es esencial pero se pretende que sea el psiquiatra quien articule todo el proceso de tratamiento simultáneo par dar respuesta tanto a los problemas psiquiátricos, orgánicos y toxicológicos. Hay que intentar que un único equipo se haga cargo del paciente. Sólo entonces mejora sustancialmente el pronóstico”.