Un total de 32. 652 estudiantes andaluces de Secundaria, de entre 12 y 16 años, han probado alguna vez la cocaína, heroína, anfetaminas o tranquilizantes, mientras que 8. 061 reconocen ser consumidores habituales, según el estudio ‘Los adolescentes andaluces y las drogas’ desarrollado por el profesor de Sociología de la Universidad de Huelva Francisco Cruz Beltrán a petición de Proyecto Hombre.
En rueda de prensa, Cruz Beltrán señaló que el estudio está basado en la realización de 2. 560 encuestas a estudiantes de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) de 43 municipios andaluces y destacó que su objetivo «es conocer los hábitos de consumo para prevenir que éste se produzca».
Según expuso, el cinco por ciento de los adolescentes andaluces reconocen ser consumidores habituales de cannabis y el 19, 1 por ciento lo ha probado alguna vez, mientras que un dos por ciento –8. 061 jóvenes– son consumidores de anfetaminas, tranquilizantes, cocaína o heroína y el 8, 1 por ciento ha probado estas drogas alguna vez.
En este sentido, el profesor de la Onubense Cruz Beltrán explicó que el consumo de este segundo grupo de drogas «minoritarias» es «casi exclusivo» de los chicos «y se dispara en los pocos alumnos de 18 años que se encuentran aún en el sistema educativo».
Con respecto al alcohol, casi de tres cuatro adolescentes lo han consumido alguna vez, más las chicas que los chicos, y alrededor del 25 por ciento es consumidor habitual. Por su parte, un 15 por ciento de los adolescentes andaluces fuma habitualmente y casi la mitad lo ha probado alguna vez.
Más consumo en los pueblos
Al hilo de ello, Cruz Beltrán señaló que el consumo de drogas «es un poco superior en los pueblos que en las ciudades, aumenta progresivamente con la edad y disminuye al aumentar el nivel educativo de los padres».
En relación a las razones para su consumo, el 19 por ciento de los jóvenes encuestados dice hacerlo para divertirse y pasarlo bien; el 18, 6 por ciento porque estaba de moda y lo tomaban los amigos, y el 13, 5 por ciento por curiosidad y sentir nuevas sensaciones, entre otras razones.
En esta línea, y tras destacar que el 66 por ciento de los estudiantes de Secundaria andaluces reconocen tener «mucho o bastante» nivel de información sobre los efectos de las drogas, el profesor encargado del estudio opinó que los programas de prevención desarrollados por
Proyecto Hombre «deberían adelantarse a la Enseñanza Primaria y multiplicar su presencia en la ESO».
Asimismo, Cruz Beltrán pidió aumentar el trabajo con profesores, más programas con las familias, así como desarrollar programas de calle y talleres de ocio y cultura y fomentar la realización de actividades deportivas.
Invertir en educación y formación
Por su parte, el responsable de Proyecto Hombre en Andalucía, Juan José Soriano, destacó que el estudio «pone de manifiesto que muchos adolescentes tienen que tomar la decisión de consumir o no consumir, por lo que la mejor manera de hacer frente a esto es la formación y la educación».
«Hay que dotar a los jóvenes de herramientas para que salgan airosos de esta batalla y tomen la decisión correcta», según prosiguió Soriano, que insistió en la necesidad de «invertir en educación, formación y ayuda a las familias». «Hay que ir a la raíz profunda para saber por qué necesitan del consumo de drogas para poder divertirse», aseveró.