Mientras la sociedad está cada vez más tranquila pensando que el peligro de caer en la droga es agua pasada, los profesionales de la drogodependencia están nerviosos por los peligros presentes y por los que ven venir: advierten de que se aproxima un repunte de la heroína a la que los cárteles de la droga están preparando una nueva imagen que la saque de la marginalidad. Pero sobre todo alertan de que la cocaína ha traspasado ya todas las fronteras sociales y de edad y es ahora la droga más consumida y la que más estragos está haciendo.
El Defensor del Pueblo de Andalucía, José Chamizo, y la Asociación de Profesionales Andaluces en Drogodependencias y Adicciones (Aproda) hicieron ayer, al hilo de la presentación de unas jornadas sobre la transversalidad en las adicciones, una radiografía del impacto de las drogas en la sociedad andaluza. En este sentido, la presidenta de la Aproda, Encarnación Aguilera, destacó que aunque los patrones del consumo de drogas en general están cambiando a mejor, o sea al descenso en la tasa de consumidores, España sigue siendo «líder mundial en el consumo de cocaína y cuadriplicamos la tasa europea».
Tanto Aguilera como el propio Chamizo advirtieron también de que aunque el consumo de heroína ha tenido un descenso en Andalucía de más del 20 por ciento y de que parecía que había quedado reducido a casos muy marginales, los expertos están ya alertando – la extensión de su cultivo en Afganistán es uno de los síntomas- de que se va a producir un repunte y que esta droga puede reaparecer en breve en nuestra sociedad y con la «imagen lavada». Muy gráficamente, Chamizo señaló que «la van a vender en cajitas de diseño en vez de en papelinas cutres».
Disponibles para los jóvenes
La baja percepción de riesgo que tenemos actualmente sobre las drogas es otra amenaza sobre la que alertan los profesionales en los tratamientos de drogodependencias. «La droga debería ser la principal preocupación de los padres sobre sus hijos», señala la presidenta de Aproda, quien advierte de que «el consumo de drogas por parte de los jóvenes en los fines de semana es muy alto y de que las drogas están disponibles, son muy fáciles de conseguir».
Aguilera contrapone en este sentido el miedo que genera la heroína con la falta de percepción de riesgo que tiene la sociedad con la cocaína que, de alguna manera, es más aceptada a pesar de que «es un estimulante que provoca mucha conflictividad social (incluidas peleas y paranoias), es culpable de muchos de los accidentes de tráfico (sobre todo jóvenes motoristas) y además causa trastornos psíquicos importantes».
«La cocaína ya no es cosa de yuppies y de gente con dinero -dice Encarnación Aguilera- está instalada en todos los sectores, aunque son los más marginales los que la mezclan con heroína».
Pese a estas advertencias, los profesionales de la drogodependencia no dejan de señalar que las campañas contras las drogas que se han efectuado sobre todo dirigidas a los jóvenes y adolescentes tienen sus resultados: según datos del Gobierno en relación al consumo de drogas entre los estudiantes de secundaria, desde 1994 ahora ha descendido el consumo de cocaína, alcohol y cannabis y además se ha incrementado entre estos jóvenes la percepción del riesgo que conlleva el consumo de estupefacientes.
Aún así, desde Aproda señalan que no se puede cantar victoria ni mucho menos teniendo la tasa que tenemos en España de consumo de cocaína, o teniendo en cuenta el dato de que en la última campaña de detección de drogas de la Dirección General de Tráfico más del 10 por ciento de los conductores a los que se le hizo la prueba dio positivo. Esta campaña es muy aplaudida por los profesionales de la drogodependencia que aseguran que llevan años insistiendo en que las pruebas de consumo de drogas se deberían hacer siempre no sólo a conductores sino en los hospitales. En cualquier caso todos estos temas y otros más específicos serán abordados en las jornadas que comienzan hoy en San Roque.