Balance de la Fundación Proyecto Hombre Navarra (gráfico)

Es una de las principales conclusiones que se puede extraer del balance ofrecido ayer por esta entidad que lleva dos décadas dedicada a la atención de personas drogodependientes en la Comunidad Foral, tiempo suficiente para tratar a casi 4.000 personas.

La presidenta de la Fundación, Elena Garde Bergasa, y el director, Alfonso Arana Marquina, comparecieron ayer en conferencia de prensa para presentar los actos que servirán para conmemorar el vigésimo aniversario de la entidad, y para hacer un recorrido por sus 20 años de actividad, en los que ha observado un cambio «radical» en el perfil de los usuarios y las drogas consumidas.

Desde 1991, la Fundación Proyecto Hombre Navarra ha realizado 5.624 admisiones a tratamiento en cualquiera de sus programas, que corresponden a casi 4.000 historias clínicas (personas) diferentes. Un total de 1.541 adultos han recibido tratamiento residencial en la Comunidad Terapéutica, que se sitúa en Estella, y otras 1.572 lo han hecho en el Centro de Día Aldatu. A ellos hay que añadir los 864 adolescentes con los que se ha intervenido en el programa Suspertu.

El número de admisiones a tratamiento en estos 20 años ha ido creciendo, manteniéndose más o menos constante en el caso de la Comunidad Terapéutica, y aumentando de «forma progresiva» en la oferta de tratamiento en régimen de centro de día, según resaltó Arana, quien indicó que entre ambos programas se han realizado 910 altas terapéuticas desde 1991. «Son personas que han finalizado los programas, que han superado la abstinencia o están en situación de consumo moderado de alcohol, y que han podido insertarse en el mercado laboral. Se puede decir que son personas completamente rehabilitadas», señaló. A esas 910 altas terapéuticas de personas adultas, habría que añadir los 460 adolescentes que han terminado los programas educativos de la entidad satisfactoriamente.

PUERTA DE ENTRADA Arana remarcó que Proyecto Hombre se ha convertido en «una puerta de entrada al sistema sanitario», ya que casi un 61% de las admisiones que practicaron en 2010 se referían a personas que «nunca antes habían recibido tratamiento por su problema de adicción», cifra que, en 1991, «no llegaba al 25%».

Entre un 15-18% de personas drogodependientes acude a la Fundación Proyecto Hombre Navarra por iniciativa propia, y, según expuso Arana, lo que buscan, tanto ellos como sus familiares, es «poder hablar y desahogarse, sentirse escuchados y no juzgados», y explicó que la primera etapa del proceso consiste en la «motivación, porque éste va a ser costoso y a implicar cambios y decisiones».

Al respecto, el director de la fundación señaló que «primero ofrecemos un servicio de acogida y diagnóstico inicial, luego damos alternativas de tratamiento, que puede ser ambulatorio o residencial dependiendo de la severidad de la adicción, y marcamos algunas pautas para propiciar la continuidad», en la que es trascendental la disposición del propio usuario.