La sociedad de las nuevas tecnologías ha traído consigo multitud de beneficios reconocidos: la fluidez de datos, la facilidad para conseguir información y la conversión del mundo en una pequeña aldea global. Pero no todos son beneficios, ni mucho menos, de hecho, los expertos ya advierten sobre algunos perjuicios novedosos que afectan, sobre todo a los jóvenes como principales usuarios de las nuevas tecnologías de la información.

Al-Andalus advierte

La Federación Andaluza de Consumidores y Amas de Casa Al-Andalus advierte sobre las consecuencias del abuso de la televisión, las compras o el ordenador. Para mantener informados a los consumidores acaba de editar una guía en la que de forma clara y sencilla se informa con detalle de la naturaleza del problema, a la vez que se aconseja sobre cómo prevenirlo.

Según explican desde Al-Andalus, “resulta sencillo acceder a la televisión, a los videojuegos, a Internet, etc. No se tiene aún, además, la suficiente conciencia de los riesgos de abusar de estas actividades, que han venido de la mano en los últmos años de los avances científicos, tecnológicos y de los cambios socioculturales, pueden provocar en nuestra salud”.

Nos encontramos cada vez más rodeados por innumerables ofertas de consumo, “sin que se nos advierta ni se nos proteja de su abuso”. Conscientes de esta realidad, Al-Andalus lanza una serie de consejos en esta guía para evitar situaciones nada deseables. Más de 10.000 ejemplares de la misma se han repartido ya, formando parte de la campaña formativa e informativa que está llevando a cabo con la colaboración de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, con el fin de que el problema puede prevenirse e incluso combatirse mediante las armas más eficaces: una información adecuada y la puesta en práctica de hábitos saludables.

Consejos prácticos

La «Guía informativa sobre las nuevas adicciones» ofrece, en primer lugar, la definición de estos cuadros, “una serie de actividades, que aunque en un principio son tan inofensivas como ver la televisión o entretenerse con los videojuegos, puedan acarrear serios problemas cuando se abusa de ellas, buscando satisfacer algunas necesidades propias de la sociedades desarrolladas y avanzadas como la nuestra: la importancia de pasarlo bien, las nuevas sensaciones, el afán de superación, los complejos,…”.

Tal y como explican desde Al-Andalus, en las nuevas adicciones, por tanto, lo que juega un papel fundamental son las actividades o el aspecto psicológico y no ningún tipo de sustancia, como ocurre en las adicciones clásicas. A pesar de esto, las nuevas «patologías» comparten con las convencionales el pobre autocontrol de las personas adictas, que se autodestruyen para obtener una aparente satisfacción, perdiendo valores tan importantes como la libertad, la dignidad o la familia.

Características

Estas actividades tienen que tener una serie de características particulares para ser capaces de producir adicciones: la accesibilidad, que ayuda a mantener la adicción (tener internet en casa, vivir en una ciudad con grandes almacenes,…) producir sensación de controlabilidad, que la obtención del éxito no esté diferida en el tiempo desde la ejecución de la actividad adictógena (la máquina tragaperras, por ejemplo, debe dar repetidos premios para ayudar a continuar), la parafernalia y el entorno atrayente (escaparates de comercios, casinos de juego,…) y la capacidad de la actividad adictógena para cambiar el estado de ánimo de la persona.

Según explican desde Al-Andalus, “la conjunción o pervivencia de estas características y ciertos factores y rasgos de personalidad aumentan considerablemente la posibilidad de adicción”. Entre ellos destacan: el estado de ánimo fluctuante y la falta de adaptación al estrés, la baja autoestima y sentimientos de superioridad, la comodidad y falta de costumbre para hacer frente a las dificultades, la tendencia al pensamiento dicotómico, la impulsividad, la falta de autonomía y de adaptación social, la vulnerabilidad psicológica, la influencia familiar y los patrones adaptativos, las altas expectativas y la baja tolerancia al fracaso, o la personalidad antisocial.

El término “nuevas” no se debe tanto a su reciente aparición (ordenador, internet, televisión,…), como a que por su especial carácter, incidencia y trascendencia sea últimamente cuando como tales adicciones se las haya considerado. “Siempre han existido obsesiones y descontrol relacionados con el juego, el sexo, la comida, las compras… Pero en la actualidad, con la evolución y el desarrollo tecnológico, económico y social, la magnitud de muchas se ha desorbitado, mientras que no hace tanto que se les ha reconocido el carácter adictivo”, concluyen desde la Federación de Consumidores y Amas de Casa.

La «tentación» está al alcance de cualquiera

Carmona L.M.

Uno de los obstáculos que denuncia Al-Andalus para combatir estas nuevas adicciones es que estamos rodeados de innumerables ofertas de consumo donde sólo se potencia su uso, pero no se advierte ni protege de los posibles perjuicios del abuso. Para las antiguas adicciones las sociedades, en cierta medida, habían elaborado herramientas y estrategias de defensa. “En el caso de las nuevas estamos desprovistos de ellas, hasta tal punto que en muchos casos ni siquiera somos conscientes de su existencia, ni de los trastornos que puedan ocasionar”, añaden.

Los efectos negativos sobre la salud física son preocupantes, aunque en principio pudiera parecer exagerado. Sobre todo se manifiestan en la salud mental donde los efectos más evidentes son ansiedad, depresión, distintas afectaciones sobre la personalidad y todo tipo de obsesiones.

“En cuanto a las repercusiones, destacan el deterioro de las relaciones personales, familiares y sociales, la disminución del rendimiento en el trabajo, la pérdida de interés y motivación por otras actividades y facetas de la vida y perjuicios económicos, sobre todo a nivel personal y familiar. La expansión y magnitud de algunas hacen que se les puedan considerar como auténticas epidemias sociales”, advierte Al-Andalus.

Por todo ello, esta Federación se ha propuesto formar e informar a la sociedad a través de la nueva guía, para que “el problema sea conocido por la población y se reconozca la existencia, el origen, la naturaleza, los mecanismos y las principales características de estas adicciones, así como las causas y situaciones que más favorecen su implantación y desarrollo, y las actitudes que ayudan a evitarlas”.

Al-Andalus advierte que es fundamental que el pueblo tome conciencia de la gravedad de sus efectos y repercusiones, con especial atención aquellas que más nos afectan en la actualidad: adicciones a ordenador e internet, televisión, compras, el juego patológico,…Se trata, en suma, de conocerlas y valorarlas para poder prevenirlas.