El subdelegado del Gobierno en Albacete, Manuel González Ramos, y delegado de Educación, Ciencia y Cultura, Diego Pérez, han presentado en el Instituto Alto de los Molinos de Albacete el programa piloto sobre prevención de violencia de género y drogodependencia que se está desarrollando en este centro educativo, con los alumnos de 3º de ESO.

González Ramos ha destacado en declaraciones a los medios de comunicación que, aunque la Policía Nacional y la Guardia Civil, ya desarrollan programas y operaciones específicas contra el menudeo de drogas en el entorno de los centros escolares, «queríamos ir más allá y de ahí surge el germen de este proyecto piloto y muy interesante».

Ha explicado que «queríamos contar otras experiencias, hablar de las consecuencias negativas que tiene el consumo de drogas, e incluso los inicios en el alcohol, y queríamos hablar también de la violencia contra la mujer. Son dos temas desgraciadamente de rabiosa actualidad y en los que tenemos que participar toda la sociedad».

En esta experiencia piloto han participado «miembros de la Policía Nacional, también nos ha ayudado la asociación Sagrada Familia, con psicólogos y personas que han tenido experiencias negativas con el consumo de estupefacientes, han contado su experiencia y han mostrado la parte dura».

Para el subdelegado, «el que alguien relate su experiencia, a todos nos impacta; el que alguien diga lo que le ha ocurrido en su vida, a todos nos impacta y esto, apoyado por un psicólogo y por la experiencia de la Policía Nacional, ha impulsado este proyecto».

Erradicar comportamientos

Por su parte, el delegado de Educación, Diego Pérez, ha señalado que «el objetivo de este proyecto es el de la prevención, utilizar el ámbito educativo como ámbito fundamental para erradicar comportamientos detestables como la violencia de género, otros derivados de situaciones homófobas y hábitos de consumo de drogas en edades tempranas».

Estos aspectos «se han venido tratando ya se abordan de forma transversal, en todas las asignaturas, en el ámbito escolar pero queríamos acercar más la realidad al alumno y creo que se ha conseguido». También ha recordado que ha «otro proyecto en marcha, Aulas sin Humo, para prevenir el tabaquismo en edades tempranas».

La coodinadora del proyecto, Aurora Miñambres, ha admitido que aún hay muchos prejuicios y que están «en todo» y por eso una de las primeras formas de trabajar «es en el análisis del lenguaje; la reflexión sobre los valores que tenemos, cómo entendemos la palabra amor, cómo entendemos la palabra salud y hay muchísimos prejuicios que hay que ir analizando en los discursos, las canciones que escuchan, los SMS que se mandan, hay muchos prejuicios de roles, de chico-chica, de activo-pasivo, conquistador-conquistado, que siguen muy presentes. Hay mucho trabajo por hacer».

Aún así, Miñambres ha reseñado que, «de las sesiones que hemos tenido, no nos hemos encontrado con un centro con una problemática grande respecto a las drogas, pero sí hemos percibido ciertos roles». En ese sentido, ha comentado que, durante la celebración de los talleres «ha habido interés, un poco de morbo, repetición de conductas de estereotipos. Ciertos programas de televisión o ciertas series están presentes, se nota en la forma de hablar, pero no como una problemática real de ellos».