Una imagen distinta de la juventud andaluza. Ésa es la principal conclusión que se desprende del último informe sobre el consumo de drogas por parte de la población juvenil realizado por la Junta de Andalucía y que revela un importante descenso en los consumos de alcohol (de más de tres puntos), tabaco y otras sustancias no legalizadas, con la única excepción de un repunte del cannabis. Una buena noticia que, según el Instituto Andaluz de la Juventud, tiene como protagonistas a los mismos jóvenes que forman parte de las ONG y que se movilizan en contra la Ley de Calidad y de la guerra de Iraq.

El estudio, en el que han participado 1.800 jóvenes de 73 municipios distintos -de un censo de dos millones-, se convierte en la mejor herramienta del Comisionado Andaluz para la Droga para ir mejorando los programas de prevención que, según la Junta, han sido los artífices del descenso en el consumo experimentado. Por ello, según explicó el comisionado, Andrés Estrada, además del análisis del consumo de las drogas y adicciones, la Junta ha elaborado otro estudio para analizar las razones por las que la gente joven entra en este mundo, qué pretende obtener de su uso y cuáles son los factores de riesgo.

De ahí se extrae que la mayoría de los jóvenes acceden a las drogas -el consumo es mayor en zonas urbanas- «por experimentar sensaciones nuevas, huir de la sociedad o trasgredir las normas», mientras que al juego, sin embargo, lo hacen por «entretenimiento y ganar dinero». No obstante, el 59 por ciento suele ser poco permisivo con el consumo en público. En cuanto a las consecuencias, reconocen los efectos negativos para la salud y la economía de las drogas tanto legales como ilegales.

Según se desprende de las encuestas, entre los factores que pueden provocar que un joven consuma, destacan los problemas familiares en primer lugar, por lo que Estrada realizó un llamamiento a los padres «para que se sientan corresponsables en las tareas de información, formación y prevención de sus hijos y entiendan que ellos son un ejemplo en sus casas».