Este trabajo, inédito en su tipo, realizado por investigadores de la Fundación para la Investigación y la Prevención del Cáncer (FUCA), reveló que uno de cada tres alumnos de 9 y 10 años, hijos de fumadores, presentaba niveles de nicotina en orina equivalentes a los de una persona que fuma todos los días.

«Sólo el 45 por ciento de los chicos que participaron del estudio presentaba niveles de nicotina en orina correspondientes a una persona que no fuma y que tampoco está expuesta al humo de los fumadores», explicó el doctor Julio Kaplan.

«Más de la mitad de los chicos que participaron del estudio estaba expuesta en mayor o menor medida al humo del tabaco de sus padres».

A los 53 participantes se les pidió una muestra de orina y se analizó la presencia de cotinina urinaria, que es la forma en que se elimina la nicotina del cuerpo.
Los resultados de la medición, realizada en el Instituto Alexander Fleming y el Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, mostraron que en el 30,2 por ciento de los niños los niveles de cotinina urinaria fueron superiores a 50 ug/l, valores habituales en fumadores regulares.

El 24,5 por ciento de los chicos presentó valores entre los 20 y los 50 ug/l, lo mismo que personas no fumadoras expuestas al humo del tabaco, mientras que en el 45,3 por ciento restante los valores se ubicaron por debajo de los 20 ug/l, que se asocian con no fumadores no expuestos.
Una vez terminado el trabajo, los investigadores informaron a los padres sobre los resultados y realizaron una campaña para reducir la exposición de los niños al humo del tabaco.

Tres meses después, se repitieron los análisis y los resultados presentaron una reducción significativa del tabaquismo pasivo en los hijos de fumadores.
En Argentina se calcula que unas 40.000 personas mueren cada año por afecciones relacionadas con el hábito de fumar.