«Es necesario bajar el nivel de perjuicio e incluir a todas las drogas, legales e ilegales, como drogas. No puedo prohibir o demonizar la cocaína y la marihuana e ignorar el alcohol y el tabaco, porque todas las sustancias pueden ser tóxicas; depende del uso que se haga de estas». Así de contundente fue la licenciada Susana Ryan, docente de la cátedra de Uso Indebido de Drogas de la Universidad de Buenos Aires, que disertó ayer, en el Centro Cultural, sobre «Cómo hacer prevención en drogadependencias».

Según la experta, que disertó durante más de tres horas, «cuando hacemos campañas de prevención, hablamos sobre los efectos de las drogas y lo que hacemos en realidad es darle más poder». «Se trata de una advertencia, no es prevención. Prevención significa intervenir en las causas que llevan a las personas a consumir», especificó.

«Cuando hablamos de un adicto, muchas veces se lo relaciona con la violencia. Pero la sustancia no transforma a una persona. Si fuera así, todos los adictos no serían punibles de delitos. Hay violentos que se drogan, pero no hay drogas que vuelvan violento a alguien. La sustancia puede potenciar esa violencia que ya existe», aclaró.

Durante su charla, Ryan dialogó con el público y escuchó el testimonio de una mujer que explicó la impotencia que sienten los que luchan contra la drogadicción a diario y se encuentran con barrios o sectores en los que el consumo y la venta son habituales.

Por último, la especialista habló sobre los tratamientos de las drogadependencias. «Ninguna terapia es exitosa si se le impone al paciente. Todo debe ser consensuado, porque si no, el adicto no se puede hacer cargo de sus actos», recalcó.