En declaraciones a Efe y al término de su comparecencia en la ponencia de la comisión mixta (Congreso-Senado) para el estudio de las drogas, Barriuso defendió la existencia de estos clubes y también la autorregulación del autocultivo.

Un norma que estipule de forma clara el número de plantas que puede cultivar un individuo para su consumo propio, para acabar así con la indefensión jurídica, dijo en los pasillos del Congreso de los Diputados.

Barriuso recordó que el consumo en espacios privados está despenalizado desde 1974, pero desde entonces nadie ha dicho cuántas plantas puede cultivar cada individuo para uso propio.

También pidió que se derogue el artículo 25 de la ley de seguridad ciudadana, y que se deje de multar a la gente por llevar una china de hachís en el bolsillo.

Sobre los clubes, sostuvo que tendrían que ser centros sin ánimo de lucro, sitios cerrados solo para adultos, y con un control, «de manera que se pueda ir separando el mercado legal del ilegal».

El presidente de esta federación quiso dejar claro que no les interesa fomentar el consumo entre los adolescentes pero consideró que las medidas prohibicionistas y alarmistas se ha demostrado no conducen a nada ante los datos que reflejan un aumento en el consumo de drogas.

Hay más consumo entre los adolescentes, y «desde luego un consumo más inadecuado», y por ello, dijo, compartimos la preocupación.

También afirmó que se habían ofrecido para ayudar porque tienen mucho conocimiento sobre los efectos y los riesgos del cannabis, y porque consideran pueden dar más credibilidad a los mensajes.

Finalmente aseguró que entiende los motivos para evitar que al menos hasta los 16 años no se fume cannabis, y mejor si es hasta los 18, porque pueden aumentar los problemas psíquicos, pero sin que los adultos tengan que pagar el precio de las políticas preventivas ‘con la persecución y la marginación’.