Cada vez son más los adolescentes que acuden a Proyecto Hombre para comenzar una terapia de desintoxicación. En 2008 un total de 1.500 familias solicitaron ayuda para sus hijos, enganchados a edades tempranas al alcohol, cannabis y a otro tipo de estupefacientes. Más del 50% de los jóvenes que consumen drogas estudian y proceden de familias totalmente «normalizadas», principalmente de clase media, tienen una media de edad de 17 años y son varones.
Este es el perfil de los adolescentes tratados en Proyecto Hombre, según se desprende de un estudio presentado ayer, realizado sobre una muestra de 1.467 familias y 1.079 chicos y chicas de entre 15 y 22 años que iniciaron el tratamiento el año pasado. José Luis Sancho, miembro de la asociación, explicó que estos jóvenes no son adictos, pero sí tienen «un consumo abusivo de sustancias», que «está convirtiendo su vida en algo cada vez más problemático» y «no les permite madurar».
La edad media de los chavales es de 17,3 años y el 63,5% son menores, mientras que un 78,3% son hombres y un 21,7% mujeres, lo que, según Sancho, se justifica en que «los chavales son más impulsivos» y en ellos se manifiestan más conductas de riesgo. Un 53,8% de los atendidos estudia, un 19% trabaja, un 2,5% estudia y trabaja y un 23,9% no tiene ocupación. En un 52,9% de los casos viven con ambos progenitores, el 26,2% con su madre y sólo un 4,9% reside con su padre.
La demanda de asistencia es principalmente por consumo de cannabis (69,6%) y en menor medida por cocaína (18,3%), alcohol (4,5%), disolventes (3,2%) y heroína (2,2%), aunque el 73% de los tratados es policonsumidor.
El consumo de los adolescentes es «esencialmente recreacional», asociado al ocio, según Sancho, quien señaló que en la mayor parte de los casos consumen cannabis de lunes a jueves y los fines de semana también alcohol y otras sustancias. No obstante, esto cambia dependiendo de la edad y, así, en los menores de edad el cannabis es el principal consumo y la cocaína aparece en un porcentaje bajo, y en los mayores de 18 años, la demanda de cannabis baja hasta el 45% y la cocaína aumenta a un 30%.
En la mayoría de los casos el consumo de drogas va acompañado de fracaso escolar y otros tipos de conducta en casa como falta de comunicación con los padres. Sancho aseguró que no se puede concluir que esté disminuyendo la edad de consumo, pero sí que está aumentando la demanda de ayuda por parte de las familias.