El director general de Atención a las Drogodependencias del Gobierno de Canarias, Benito Robaina, inauguró el I Congreso de la Asociación Canaria de Rehabilitación Psicosocial, celebrado en el Hospital Universitario Insular de Gran Canaria los días 15 y 16 de marzo.

El acto también contó con la asistencia del gerente del Complejo Hospitalario Materno-Insular, Juan García y del presidente del comité científico y organizador del Congreso, Rafael Touriño.

Con el título «Nuevos espacios, viejas tareas en rehabilitación psicosocial», el congreso ha abordado los nuevos retos y dificultades a los que se enfrenta la sociedad actual y las respuestas más complejas que se precisan ante la enfermedad, el abuso de drogas, la carencia de alojamiento y los cambios en el estilo de vida de las familias.

El congreso ha contado con 120 inscritos y ha sido organizado por la Asociación Canaria de Rehabilitación Psicosocial (ACRP), la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría y la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Atención a las Drogodependencias.

Durante su intervención, Benito Robaina señaló la necesidad de avanzar en la coordinación entre la red específica de drogodependencias, la red de salud mental y atención primaria, así como con el ámbito educativo en el terreno de la prevención, ya que «la persona es una y la atención que debe recibir para sus problemas de salud debe ser lo más coordinada e integradora posible».

En la primera mesa redonda del Congreso se debatió sobre el tratamiento integrado a las personas que presentan un trastorno mental grave junto a un trastorno por uso de drogas. La llamada patología dual constituye un trastorno frecuente con cifras que rondan el 40% de los pacientes con trastorno mental severo, lo que empeora el pronóstico con recaídas y reingresos más frecuentes.

En esta mesa intervino la jefa de Servicio de Psiquiatría del Área 5 de Madrid y profesora asociada del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid, Marifé Bravo, quien realizó una revisión epidemiológica en el ámbito internacional y en diversos estudios sobre psicosis llevados a cabo en Madrid, además de revisar los distintos modelos organizativos existentes en cuanto a la atención a la Salud Mental y la atención a las adicciones.

Por su parte, la psiquiatra de la Unidad de Salud Mental de Las Palmas de Gran Canaria, María Luz Torralba, se centró en la comorbilidad entre esquizofrenia y el consumo de alcohol y drogas ilegales.

La segunda mesa del Congreso debatió el tratamiento asertivo comunitario, esto es, el tratamiento activo de pacientes con difícil retención en los dispositivos de salud mental, como son aquellos que carecen de domicilio o viven en situaciones marginales. Entre otros participantes, el recientemente formado Equipo móvil de salud mental de Gran Canaria contó su experiencia.

El papel de la Rehabilitación Psicosocial en el siglo XXI ha sido el tema de la última ponencia, en la que se discutió sobre la organización de los dispositivos y programas de rehabilitación y la gestión del llamado espacio sociosanitario, todo ello complementado con dos talleres prácticos: uno sobre «Entrevista motivacional en patología dual» y otro sobre «Rehabilitación a través de técnicas de Terapia Ocupacional».

¿Qué es la rehabilitación psicosocial?

La rehabilitación psicosocial de personas con trastorno mental severo puede entenderse como el manejo y la asistencia a largo plazo de los síntomas de la enfermedad y de todo el rango de sus secuelas en un esfuerzo continuado, flexible, adaptado a las necesidades individuales de cada persona en cada momento vital, con el objetivo de reducir o eliminar las discapacidades o minusvalías resultantes. Por ello, la rehabilitación requiere del esfuerzo de toda la red de salud mental y de diversos recursos y programas sanitarios y sociales, actuando de una forma coordinada y dirigida por la evaluación individual de las necesidades.

La rehabilitación psicosocial ha dejado atrás la etapa del voluntarismo y la improvisación, basándose actualmente en una serie de programas e intervenciones que han demostrando su eficacia. Las intervenciones familiares, los programas de empleo con apoyo, los tratamientos integrados para pacientes con patología dual, los programas para mejorar la adhesión al tratamiento, la rehabilitación cognitiva, el entrenamiento en habilidades sociales, los programas de tratamiento asertivo comunitario, son todos ellos una muestra de cómo la rehabilitación psicosocial utiliza actualmente intervenciones eficaces y planificadas según las necesidades individuales de cada paciente. Entrelazada con éstas técnicas y actividades se encuentra la tarea fundamental de la rehabilitación psicosocial: conseguir que las personas con trastornos mentales severos vuelvan a confiar en los demás y en sí mismos, reconstruyendo un proyecto de vida ajustado a sus objetivos y posibilidades.