Barcelona ha acogido durante el 2 y 3 de mayo el encuentro “La dimensión de género en la relación entre narcotráfico y trata de personas” con el objetivo de desarrollar estrategias desde los ministerios públicos de Iberoamérica que atiendan a la posible condición de víctimas de trata de mujeres que trafican con droga. Situaciones complejas que obligan a replantear las estrategias desarrolladas hasta el momento para poner el foco en estos dos delitos interconectados: narcotráfico y trata.  

Durante las jornadas, los y las fiscales han reflexionado sobre la protección de las mujeres que, en su condición de víctimas de la trata de personas, muchas veces con fines de explotación sexual, resultan coaccionadas por redes criminales y se ven involucradas en el tráfico y venta de drogas. Esta implicación en actividades delictivas comporta riesgos para su propia vida, cuando, al actuar como ‘mulas’, ingieren narcóticos o los ocultan en su cuerpo. Además, si son detenidas, afrontan penas de cárcel que complican aún más su situación, lo que añade al debate las medidas penales alternativas a la prisión que se pueden aplicar en estos casos.  

En palabras de Rosa Ana Morán, fiscal jefa de la Fiscalía Especial Antidroga de España: “el fenómeno del narcotráfico es fundamentalmente transfronterizo, así que la cooperación siempre está en el centro de una buena investigación” 

Una mirada articulada frente a un problema común 

La articulación entre COPOLAD y las tres redes de AIAMP (la Red Iberoamericana de Fiscales Especializados contra la Trata de Personas y el Tráfico de Migrantes – REDTRAM; la Red de Fiscales Antidroga de Iberoamérica – RFAI; y la Red Especializada en Género – REG) ha facilitado la organización del encuentro y la presencia de las tres redes ha sido clave para entender y abordar esta problemática común desde diversas miradas. La iniciativa está liderada por la FIIAPP y por la Organización Internacional Ítalo-latinoamericana (IILA), en estrecha colaboración con el Ministerio Público Fiscal de Argentina y la Fiscalía General del Estado de España. 

“El principal interés es articular la colaboración entre las redes de fiscales a uno y otro lado del Atlántico, de manera que puedan generarse soluciones compartidas para situaciones que representan un desafío global, como es el caso de las mujeres víctimas de trata que son explotadas por las mafias del narcotráfico», ha apuntado el director de COPOLAD III, Borja Díaz. 

 Por su parte, la coordinadora de la REDTRAM de la AIAMP y cotitular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) del Ministerio Público de Argentina, Alejandra Mángano, ha destacado la importancia de compartir información de casos entre la red de trata y la red de narcotráfico para dar inicio a casos estratégicos trasnacionales y ha añadido: “los Estados tienen el deber de identificar a las víctimas de trata de personas y este desafío incluye pensar en un mecanismo práctico que permita a los fiscales identificar a las víctimas de trata que pueden verse involucradas tanto en la fase de producción, así como de transporte y distribución de drogas”.

Además, la coordinadora de la Red Especializada en Género (REG) de la AIAMP y fiscal federal del Ministerio Público Fiscal de Argentina, Mariela Labozzetta, ha agregado: “la violencia de género todavía se concibe en algunas instancias como exclusiva del ámbito doméstico, pero la violencia de género está presente en la esfera privada, pública y en el ámbito delictivo. Por eso es tan importante este trabajo en red: no debemos poner el foco en los eslabones más débiles, sino en las cabezas de las organizaciones”. 

Estrategias específicas y respuestas institucionales 

El taller ha acogido a representantes de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Guatemala, Paraguay, Perú y España, así como a representantes de los programas de cooperación de la Unión Europea con América Latina y el Caribe de EUROFRONT, EL PACCTO y el Programa de Apoyo de las fuerzas de la ley de la Unión Europea en la lucha contra las drogas y el crimen organizado en Perú.  

A lo largo de los dos días, los y las fiscales han trabajado sobre posibles indicadores de vulnerabilidad en mujeres y personas LGTBIQ+ imputadas en delitos de narcotráfico y han compartido buenas prácticas sobre investigaciones en clave de crimen organizado que permitan superar la inercia de acusar a los eslabones más bajos de las organizaciones y logren ascender en la cadena de responsabilidad. Además, el encuentro ha facilitado un intercambiado de conocimientos sobre soluciones y estrategias de detección temprana  como la formación a equipos multidisciplinares que apliquen desde el inicio un enfoque diferencial de género y de derechos humanos, investigaciones de contexto, la generación de herramientas para un abordaje integral, el principio de no criminalización y la relevancia de la investigación patrimonial y el decomiso de activos como incentivos para guiar la política criminal hacia las líneas medias y jerárquicas de las organizaciones.