El Ministerio de Sanidad no tiene un plazo fijo para poner en marcha la reforma de la ley del tabaco, pero sí para aprobar un decreto que cambiará el «atrezzo» del fumador. El próximo mayo está previsto que se apruebe la normativa que obligará a las tabacaleras a mostrar en las cajetillas los efectos de fumar, sin disfraces. Las cajetillas que se vendan en España ya no se limitarán a informar de que el «El tabaco daña la salud», sino que lo mostrarán sin piedad: tumores que devoran gargantas y pulmones, arterias que se obstruyen y cadáveres en espera de autopsia. Sanidad ha elegido 14 de las 42 fotografías que la Comisión Europea puso a disposición de los estados miembros en 2001 para poner en marcha campañas antitabaco. Los cambios no llegarán de inmediato porque las tabacaleras tendrán un margen para dar salida a su stock.

Mensajes más agresivos

La biblioteca del horror de Sanidad tendrá algunos de los pictogramas más dramáticos, con las imágenes que más impactan a los fumadores, según un estudio del departamento de Psicología de la Universidad de Educación a Distancia (UNED). En ese trabajo, la imagen más valorada fue la que mostraba una masa tumoral en el cuello de una persona, seguida de una boca con daños en dientes y encías y otra en la se comparaba un pulmón sano con otro dañado. Las tres están entre las elegidas por el Ministerio.

La imagen se acompañará de nuevos textos de advertencia que serán más agresivos . «Fumar mata» en lugar de «puede matar», más otros mensajes igual de directos: «Fumar puede ser causa de una muerte lente y dolorosa», «… obstruye las arterias y provoca cardiopatías y accidentes cerebrovasculares» o «daña el esperma y reduce la fertilidad», entre otras leyendas.

Habrá también mensajes menos amenazadores: «El tabaco es muy adictivo: no empiece a fumar». E incluso positivos: «El riesgo de enfermedad coronaria se reducen en un 50% un año después de dejar de fumar». El etiquetado deberá mantener en lugar visible la frase: «Prohibida su venta a menores de 18 años».

Sin envoltorios

Todos estos mensajes e imágenes no podrán ser disimulados por los fabricantes. En origen, «las unidades de embalaje exterior no podrán tener ningún envoltorio, bolsa, solapa o caja que disimule o cubra las advertencias sanitarias», reza el Real Decreto que regulará el nuevo etiquetado. La venta de cigarrillos sueltos con cualquier tipo de envoltorio para evitar las imágenes será considerado una «infracción muy grave» con multas que oscilan entre los 10.000 y los 600.000 euros. Eludir la mención de prohibición de venta a menores acarrearía la misma sanción. El Comité Nacional de Prevención de Tabaquismo (CNPT) echa en falta otras medidas, como el teléfono de ayuda al fumador de las cajetillas en Reino Unido. En España se ofrece la dirección de la página web del Ministerio de Sanidad y un mensaje de apoyo: «Tú puedes conseguirlo, nosotros te ayudaremos».