La semana pasada se incorporaron los primeros pacientes a la prueba piloto que pretende estudiar el uso terapéutico del cannabis en Cataluña, según afirmó Rafael Manzanera, director general de Recursos Sanitarios del Departamento de Salud catalán. Aunque la sustancia no será dispensada desde las oficinas de farmacia, tal y como fue planteado en un primer momento, estos establecimientos tendrán un papel clave en la iniciativa.

Y es que, aparte de ayudar a los pacientes a encontrar la dosis más adecuada, los farmacéuticos realizarán el control de los efectos secundarios y su labor de farmacovigilancia será destacada.

Rafael Borrás, vocal de Farmacología y Drogodependencias del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona (COFB), afirmó sentirse muy satisfecho con la participación del farmacéutico comunitario en el proyecto, para añadir que la iniciativa, además, abre la posibilidad a que se potencie la coordinación con el farmacéutico de hospital.

El proceso

El proceso -que incluye a pacientes oncológicos, con esclerosis múltiple o con el síndrome de anorexia caquexia– comienza con una visita inicial al hospital, donde el médico decide si el paciente puede ser un candidato para formar parte del estudio.

Si así lo considera y el enfermo acepta, se tramita la solicitud al Servicio de Planificación Farmacéutica del Departamento de Salud y, seguidamente, el paciente acude a uno de los 6 hospitales participantes, todos en la provincia de Barcelona (Vall d´Hebron, Bellvitge, Hospital del Mar, el Clínic, Sant Pau y Germans Trias i Pujol). En el Servicio de Farmacia se le informa sobre las farmacias participantes y se dispensa el tratamiento para un mes.

En la primera visita a la farmacia, el usuario responde a un cuestionario y se le administra la primera dosis. Después de esperar 2 horas, el farmacéutico evalúa los efectos que haya podido percibir el paciente, quien recibe su diario es citado para una próxima visita prevista para dos semanas.

En los siguientes encuentros, el farmacéutico evaluará los efectos indeseados y controlará la dosis de mantenimiento. Según explicó Borrás, la dosis es personalizada, en función de las características del paciente y de los efectos positivos o negativos que produzcan en él la sustancia. Las visitas a la farmacia se irán alternando con las del hospital, con el fin de que el médico también realice un control.

La sustancia elegida

El inicio de la prueba piloto se ha retrasado más de un mes por problemas con la obtención del producto. Finalmente, la sustancia elegida para realizar la prueba ha sido Savitex, un extracto de la planta que se utiliza en forma de spray bucal.

Los motivos por los que los farmacéuticos comunitarios no pueden dispensarlo son únicamente legales, según aclaró Manzanera. En su opinión, estos profesionales sanitarios están perfectamente capacitados para dispensar la sustancia. Sin embargo, tanto si se trata de una medicación extranjera como si se realiza un uso compasivo de la misma, la legislación obliga a dispensarlo desde el hospital.