La definición de una estrategia global para disminuir la cantidad de consumidores de drogas ilegales en el mundo, 185 millones de personas, es el «gran objetivo» de la 23a.

Conferencia Internacional sobre Control de Drogas que comenzó hoy en Santiago, dijo la representante de la DEA, Karen Tandy.

En un mensaje a los delegados de 73 países, la funcionaria estadounidense expresó que es necesario disminuir la cifra de consumidores de drogas y «quitar este dinero manchado con sangre que alimenta a las redes de narcotraficantes».

Tandy insistió en el trabajo conjunto de las policías de cada país porque todas las naciones están afectadas por el flagelo de las drogas ilegales y «debemos tener grupos de seguridad que tengan la pasión por luchar contra este problema».

En cuanto a la acción de la DEA y sus agentes en países de la región, Tandy aclaró que «somos colaboradores que compartimos inteligencia y no somos actores activos; somos una herramienta y son las policías locales los que llevan las operaciones en terreno».

Además, definió el narcotráfico como «un enemigo común» y elogió las alianzas establecidas entre países, como el acuerdo entre Chile, Argentina, Ecuador, Bolivia, Brasil y Perú, destinado a detener el tráfico de precursores químicos.