A menudo las personas consumen para sentirse conectadas a algo, para llenar un vacío. La conexión en persona marca una gran diferencia.

El distanciamiento social puede ser una buena estrategia para evitar la propagación de COVID-19, pero podría tener un efecto negativo en una población vulnerable como son las personas que se están recuperando de adicciones.

A Brandon Bailey, que se está recuperando de su adicción a las drogas, le preocupa que el distanciamiento social y la sensación de aislamiento puedan provocar recaídas y cosas peores.

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