Ayer se prendió una nueva alarma sobre la situación del país y las drogas. El cambio del Ecuador en los últimos 10 años, de ser una zona de tránsito de drogas entre Perú y Colombia a un centro de acopio, de incipiente producción, de envío camuflado de sustancias y de lavado de dinero, está causando un grave efecto en los jóvenes de entre 12 y 18 años.
Lo anterior, junto a la escasa prevención de sustancias adictivas para los adolescentes, ha determinado que la prevalencia del consumo de las drogas se duplique, en los últimos ocho años.
Ese es uno de los resultados de la segunda encuesta nacional sobre consumo de drogas en estudiantes de enseñanza media-2005 realizada a estudiantes de los novenos grados de educación básica y primeros y terceros cursos de bachillerato. Este estudio, que fue respaldado por la Organización de Estados Americanos, fue presentado la mañana de ayer en el Paraninfo de la Universidad Simón Bolívar, en Quito.
Los especialistas encuestaron a 13 912 estudiantes del país de colegios públicos y privados. Y el resultado global es que el consumo de licor, tabaco y las drogas ilícitas, se inicia a menor edad y los jóvenes lo hacen en mayor número.
La comparación de los estudios de 1998 y 2005 mostró que la edad promedio de consumo de drogas ilícitas ha disminuido en un año. Mientras hace ocho años era a los 15 hoy es a los 14.
Marco Dávila, del colegio Liceo Internacional, y el padre José Antonio López, del Hogar para Jóvenes Infractores Virgilio Guerrero, consideran que esto también es el resultado de la falta de recursos para programas masivos de ayuda, la falta de cumplimiento de la Ley Antidrogas en el campo preventivo y la inexistencia de una preocupación real de las autoridades por este tema.
Pero a más del dato global, hay resultados que causaron sorpresa a los investigadores, terapeutas y pedagogos que asistieron a la presentación. El caso de la marihuana, la droga más consumida y menos incautada en el país, ha disminuido considerablemente la edad de inicio del consumo. Antes se determinó que era a los 14 años, hoy es a los 12; justamente en la transición de niño a adolescente, en plena búsqueda de nuevos roles de vida.
Asimismo, los jóvenes consumen a menor edad las sustancias inhalables, como el cemento de contacto. El 73 por ciento de los encuestados admitió haber probado alguna vez alcohol, en cualquier presentación, y la edad de inicio es a los 14 años.
Para el padre López es necesario tomar medidas urgentes y esenciales para frenar estas potenciales adicciones en los jóvenes, cómo “disminuir a cero” la publicidad de licores y cigarrillos tal como lo han hecho otros países.
Pero los resultados no solamente cuestionan duramente el trabajo de las entidades estatales, sino que también son un fuerte tirón de orejas para los educadores y, especialmente, para los padres de familia. La encuesta concluye que la mayor proporción de consumidores se encuentra en familias que ignoran dónde están sus hijos y en hogares que se han desestructurado por un divorcio.
Los consumidores están en unidades educativas que no se preocupan por el futuro de los chicos y no sienten confianza con sus profesores para tratar problemas personales. Asimismo, hay mayor consumo en los centros privados que en los públicos.
El secretario ejecutivo del Consep, Oswaldo Montalvo, dijo que su entidad está abierta para ejecutar charlas a entidades educativas y a jóvenes para iniciar una campaña técnica de prevención. “Tenemos ya el diagnóstico y el Consep debe continuar coordinando las acciones de prevención. Esta es la motivación para que los ministerios de Educación y Salud tomen cartas en el asunto”, dijo.