Los efectos perjudiciales de la exposición prenatal al alcohol continúan hasta la juventud y reducen las oportunidades laborales y la posibilidad de vivir de manera independiente, según ha demostrado un estudio de la Hospital of German Red Cross, de Berlín (Alemania) y de la University of Zurich (Suiza) que publica el “Journal of Pediatrics”.
«El abuso materno del alcohol durante el embarazo producirá un daño físico, cognitivo, emocional y social persistente en el futuro hijo no sólo en la infancia, sino también en la adultez», ha explicado el Dr. Hans-Ludwig Spohr, investigador principal del estudio.
Esa exposición durante la gestación aumenta el riesgo en los bebés de desarrollar el síndrome de alcohol fetal, un conjunto de problemas que incluye disminución del crecimiento, retraso en el desarrollo mental y rasgos faciales inusuales.
Se estima que este síndrome ocurre en 1 de cada 1.000 nacimientos, mientras que el efecto del alcohol fetal afecta a entre 3 y 5 de cada 1.000 recién nacidos. Juntos, esos efectos adversos son una causa importante de un marcado retraso en el desarrollo, incluida la discapacidad intelectual y otras psicopatologías, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Los autores probaron las nociones de que el síndrome y el efecto de alcohol fetal se pueden reunir bajo el término inclusivo «desorden del espectro del alcohol fetal». También analizaron las consecuencias a largo plazo de la exposición prenatal al alcohol.
Los investigadores estudiaron a 37 personas diagnosticados con el síndrome de alcohol fetal o efecto de alcohol fetal en la infancia o la niñez.
Después de 20 años, los autores hallaron que los rasgos faciales característicos del síndrome y el efecto del alcohol fetal disminuyeron con el tiempo.
No obstante, persistieron en el tiempo la microcefalia, comisuras poco desarrolladas en el labio superior, que también es más delgado de lo normal, todas características de la exposición prenatal al alcohol.
En los varones se siguieron observando una estatura y peso bajos, mientras que las mujeres registraron un mayor peso corporal en la adultez.
Las consecuencias más importantes fueron la discapacidad intelectual, las opciones laborales limitadas y una menor probabilidad de vivir independientemente. Los resultados de las pruebas que indicaban problemas graves de conducta eran también significativamente más altos.
Los autores señalaron que se necesitan mejores métodos estandarizados de identificación de los pacientes con desorden del espectro del alcohol fetal. Los adultos con este desorden sin diagnosticar necesitan cuidados especiales y una vida protegida, añadieron.